Recorriendo Guadalajara y sus variados paraísos naturales

  • El hermoso hayedo de Tejera Negra es Parque Natural desde 1978.
  • La Arquitectura Negra usa la pizarra como elemento constructivo.
  • Desde el Ocejón se observa una naturaleza salpicada por tejados de pizarra.
  • Entre el romántico misticismo y la geología se eleva el barranco de la Hoz.
El otoño consigue sacar la mejor estampa del hayedo.
El otoño consigue sacar la mejor estampa del hayedo.
Turismoenguadalajara.org
El otoño consigue sacar la mejor estampa del hayedo.

Guadalajara es tierra de sabios. Gandhi dijo en una ocasión que la inteligencia y moral de un pueblo podía medirse por el trato que reciben sus animales. Atendiendo a la máxima del pensador y político hindú, sólo queda quitarse el sombrero ante la población y gobernantes de Guadalajara, que supieron ver el patrimonio del mundo natural cuando lo único que parecía tener valor era el ladrillo.

Así las cosas, Guadalajara disfruta hoy del esfuerzo invertido hace años, la ardua tarea de que ciertos espacios se mantengan inmutables.

El hayedo de Tejera Negra

Ubicado en el rincón noroccidental de la provincia de Guadalajara, en el término municipal de Cantalojas, el hayedo de Tejera Negra tuvo su incomunicación como gran aliada para su preservación, hasta que en el año 1978 fue declarado Parque Natural. Sin embargo, ni su difícil acceso salvó a este paraje de ser esquilmado. La Guerra Civil causó estragos de los que no ha conseguido recuperarse en su totalidad. Aún así, el macizo de Ayllón y su hayedo han logrado sobreponerse y continuar su normal crecimiento, fuera ya de todo peligro, como un enclave natural de alto interés botánico, animal y paisajístico.

No teman los ojos profanos perderse entre la fauna y la flora, ya que el parque está dotado de un Centro de Interpretación de la Naturaleza que proporciona las claves esenciales para que el deleite visual no esté reñido con el conocimiento. A veinte minutos en coche a través de la pista forestal se encuentra el aparcamiento, desde donde parten dos rutas.

Para los senderistas inexpertos resulta recomendable optar por el camino principal, que no requiere de grandes heroicidades y ofrece una visión completa de la riqueza del bosque. La denominada Senda de las Carretas, de aproximadamente dos horas y media de duración, conducirá al visitante por el valle de Lillas hasta el collado del Hornillo.

Al llegar a un arroyo que vierte sus aguas sobre el Lillas, el camino gira hacia el corazón del bosque, donde se torna empinado. Imprimir un paso moderado permitirá no perder el resuello, además de la contemplación pausada del brezal, los robles, los helechos y de la peculiar arquitectura de las carboneras.

El Parque Natural ofrece en otoño un espectáculo sin parangón, la muda de corteza en la que el paisaje se rinde a los tonos ocres. Es tal la belleza del paisaje que los fines de semana el parque cuelga el cartel de “completo”, por lo que se hace necesario realizar una reserva.

El Ocejón y la Arquitectura Negra

El Ocejón es uno de los picos más emblemáticos de la provincia, pese a no ser el más alto de ellos. Fuente de inspiración de leyendas y refranes locales, es una ascensión de 800 metros mediana dificultad para quienes no estén acostumbrados. El paisaje que desde su cima se domina recompensa el esfuerzo: profusa naturaleza salpicada por los negros tejados de pizarra.

En el macizo de Ayllón se encuentra un elemento constructivo único. La Arquitectura Negra es uno de los mejores ejemplos de la adaptación constructiva de viviendas al entorno más inmediato. La denominación como Arquitectura Negra se debe al uso de la pizarra como elemento constructivo. Es tradicional, asimismo, el empleo de la cuarcita en sus muros. La sencilla belleza de las viviendas se adapta al relieve de los paisajes y al clima, con soluciones constructivas funcionales.

El Barranco de la Hoz

Entre el romántico misticismo y la científica explicación geológica se eleva el barranco de la Hoz. Es un devenir de recovecos cincelados por el tiempo, con paredes que alcanzan en algunos casos los 150 metros. A su vez es la galería del arte de la naturaleza, cuyo capricho ha querido esculpir numerosas formas a las rocas. En la entrada del desfiladero pueden observarse peculiares símbolos en la denominada Cueva de las Herraduras. Para muchos devotos, estos símbolos no son otra cosa que manifestaciones religiosas.

Las interpretaciones fervorosas de los símbolos cuentan con un apabullante apoyo natural a su teoría. Poco más allá se yergue la roca de la Virgen, una imagen natural que cuesta atribuir a un capricho.

Continúa de forma egregia la senda de las esculturas naturales, ya que a la izquierda de la margen del río se levanta la voluminosa peña de El Rey, donde no cuesta ver a un monarca coronado. Cabe destacar también las peñas de La Tinaja, El Huso, La Corbetera, La Visera y El Aljibe, que emulan estos objetos.

Parque natural del Alto Tajo

El parque natural del Alto Tajo es una extensión protegida de 105.721 hectáreas, ubicado entre Cuenca y Guadalajara y que comprende 38 municipios. Fue declarado zona protegida en el año 2000, dentro del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales. Su orografía es típicamente de cordillera ibérica, pero su alta concentración de cauces fluviales naturales han creado un relieve peculiar así como zonas con microclimas que propician la proliferación de distintas y variopintas especies de fauna y flora.

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