Artes

Obras que desmenuzan el odio, la mentira y el egocentrismo en las relaciones humanas

'Señales de éxito', una de las obras del artista neozelandés
Clay Sinclair- Woolff Gallery

Un hombre le entrega una rosa a una mujer. Los personajes estereotipados, sobre un fondo azul, están rodeados de frases tópicas y disculpas que, por su frecuencia, comienzan a ser de dudosa veracidad: "eres la mujer más hermosa del mundo"; "no puedo vivir sin ti"; "hoy trabajaré hasta tarde"; "no eres tú, soy yo".

La galería Woolff de Londres expone hasta el 24 de noviembre una selección de las creaciones de Clay Sinclair (Nueva Zelanda, 1968), que desmenuza las relaciones humanas del presente de una forma entre caricaturesca y cruel, acercándose al egocentrismo, a la mentira o a la tiranía del supuesto éxito social.

El artista pinta sobre polimetilmetacrilato (PMM) y aprovecha la superficie plástica para darle  a los colores una luminosidad de cómic clásico. Las escenas son un revoltijo de pensamientos, monumentos de fama mundial, retratos de personajes influyentes del siglo XX, transformaciones de cuadros famosos de autores clásicos... Entre sus obras cercanas al collage hay guiños a maestros como Picasso o Gustav Klimt y a figuras contemporáneas como Damien Hirst.

"Me gusta crear arte. También me gusta pensar"

"Me gusta crear arte. También me gusta pensar", dice Sinclair. En las obras siempre hay mensajes escritos —a modo de bocadillos que recuerdan a los de Roy Lichtenstein— que delatan las verdaderas intenciones de los personajes, hacen crudas observaciones, contestan preguntas retóricas o imaginan situaciones hipotéticas. La alta sociedad, la religión y los conflictos globales son algunos de los temas frecuentes del artista, que confiesa dejar al descubierto los "pensamientos, ansiedades, complejidades y contradicciones" que más le atormentan.

El Cristo de la versión de Sinclair de La última Cena de Leonardo da Vinci dice: "ama al prójimo como a ti mismo"; los apóstoles completan la frase con declaraciones y pensamientos de odio. El heróico primer ministro del Reino Unido Winston Churchill (1874-1965) con su célebre frase "nunca nos rendiremos" se convierte, a ojos de Sinclair, en "el punky original". Los homenajes pictóricos y las alusiones al pasado se mezclan en la obra del autor con circunstancias sociales posteriores y problemas modernos.

loading...