Silencio y tranquilidad por las calles de Cuenca

  • Las Casas Colgadas, del siglo XV, son la primera imagen de la ciudad.
  • Cuenca disfruta de una de las mejores colecciones de arte contemporáneo.
  • El Museo de las Ciencias nos acerca a los misterios del cosmos.
Las casas colgadas miran hacia los campos que rodean Cuenca.
Las casas colgadas miran hacia los campos que rodean Cuenca.
FLICKR/kike
Las casas colgadas miran hacia los campos que rodean Cuenca.

Proclamada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, una visita a Cuenca y sus alrededores constituye una oportunidad única para cargar pilas y dejarse invadir por una agradable sensación de tranquilidad y relax. El silencio que se experimenta al recorrer sus calles es difícil de encontrar en cualquier otro lugar.

Entre las hoces del Júcar y el Huécar, el casco histórico de Cuenca es el centro de operaciones de la visita. Atractivos como las famosas Casas Colgadas, construidas en equilibrio sobre acantilados de vértigo o la catedral, reclaman una visita en la que el reloj no cuenta.

Como curiosidad, hay que señalar que la catedral se construyó en estilo gótico francés, ya que esta era la procedencia de la esposa de Alfonso VIII de Castilla. Pero más allá de la arquitectura y la tradición, Cuenca reúne interesantes opciones culturales para relajarse o disfrutar en familia. No en vano es candidata a la capitalidad cultural europea de 2016.

Una arquitectura urbana muy peculiar    

Las Casas Colgadas son un conjunto de tres edificios civiles del s.XV. Restaurados en fecha reciente y situados junto a la Hoz del Huécar, que han dado fama mundial a la ciudad. Desde donde se ven mejor es del imponente puente de San Pablo, de 100 metros de longitud y realizado en hierro en 1902. A sus pies, se encuentra el parador, antiguo convento dominico dedicado al mismo santo.

El claustro se ha cubierto con un techo de cristal y la capilla es hoy una original cafetería para disfrutar en pareja o en familia. También es especial el Museo de Arte Abstracto Español, una de las mejores colecciones de arte contemporáneo del Estado que se exhibe nada menos que dentro de una de las Casas Colgadas. Destacan en él las obras de Millares o Tàpies. Entre septiembre y junio, la Fundación Juan March organiza allí cursos de arte y conferencias.

Cristiana, árabe y judía

Por detrás de las Casas Colgadas, la visita a la judería de Cuenca comienza en la plaza Mayor y sigue hasta la anteplaza, donde empezaba el desaparecido alcázar árabe. En cambio, hoy hallamos aquí el Convento de las Blancas.

Las escaleras que hay a un lado llevan a la plaza de la Merced, antigua sede de los mercedarios calzados, que reúne lugares de interés como la iglesia y el convento del mismo nombre. La calle Zapaterías hasta alcanzar la de Alfonso VIII y la de Santa Catalina, cierran el paseo. Al lado, en la iglesia de la Santa Cruz, hay una exposición permanente de artesanía de la zona.

En un conjunto de edificios del siglo XVIII y XIX, asentados sobre restos medievales y muy cerca de la judería, el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha nos acerca a los misterios del cosmos. Su planetario constituye una visita inevitable si viajamos en familia.

En un cuento de hadas

A diecisiete kilómetros de Cuenca, en Valdecabras, la Ciudad Encantada es una excursión complementaria inevitable. Sitio Natural de Interés Nacional, en plena serranía conquense, esta “ciudad” está formada por un conjunto de rocosas calcáreas erosionadas durante miles de años.

El agua, el viento y el hielo han esculpido la roca y han creado formas plásticas sorprendentes y espectaculares. Un recorrido guiado permite conocer las diversas formaciones, bautizadas con nombres de animales y objetos, siendo el símbolo del lugar el Torno Alto.

Mesa y mantel

El ajoarriero y el morteruelo son dos de los platos tradicionales de la cocina conquense. El primero se prepara con almendras y ajo, mientras que el segundo es un guiso que lleva hígado de cerdo, especias y pan rallado, machacados con el mortero.

Estos platos y otros elaborados con cangrejo de río los podremos encontrar en restaurantes tan renombrados como el Mesón Casas Colgadas (Recomendado por Guía Repsol) (Canónigos s/n, teléfono: 969 223 509), instalado dentro de uno de los famosos edificios, o el Figón del Huécar (Ronda Julián Romero 6. Teléfono: 969 240 062), galardonado con un Sol Repsol, en la que fue la casa del cantante José Luis Perales.

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