Descubriendo Madrid: desde el Rastro hasta La Castellana

  • Si es domingo o festivo, al Rastro: el mercado al aire libre más grande de España.
  • El Paseo de la Castellana, como eje principal de la ciudad, bien merece una visita.
  • El barrio de Chueca es famoso por su espíritu de libertad, convivencia y diversión.
Una perspectiva general de la Gran Vía, uno de los símbolos de Madrid.
Una perspectiva general de la Gran Vía, uno de los símbolos de Madrid.
WIKIPEDIA/Felipe Gabaldón
Una perspectiva general de la Gran Vía, uno de los símbolos de Madrid.

Cuarenta y ocho horas no serán suficientes para conocer a fondo Madrid, pero sí para abrir boca y pensar en volver. Tras visitar en nuestra primera jornada algunos de los rincones más castizos, el paseo continúa.

Segunda mañana

09.30 h - Sin prisas

Empezamos nuestro segundo día en Madrid haciendo algo típico entre los madrileños un domingo por la mañana o un día festivo: dar una vuelta por el Rastro, el mercado al aire libre más grande de España.

En él podremos encontrar desde los típicos souvenirs hasta artesanía, ropa de segunda mano, discos, libros usados, cromos, sellos, muebles antiguos y, en general, casi todo lo que seamos capaces de imaginar.

En este pequeño universo, donde es mejor no entrar si no estamos hechos a prueba de aglomeraciones, lo recomendable es perderse y hurgar pacientemente mientras vemos a personajes tan imprescindibles como el vendedor de barquillos o el payaso que reparte globos y sonrisas entre los niños.

12.00 h – La Castellana: Monumentos y Compras exclusivas

Cambiemos de tercio y vayamos del “viejo y angosto” Madrid a lo moderno y monumental. Y es que una de las cosas que más sorprende al que llega a la capital es la monumentalidad de sus plazas, edificios y palacios. Quizá los madrileños ya estén habituados a ello, pero no los que visitan la ciudad por primera vez.

La Biblioteca Nacional, con su imponente fachada, y la vecina plaza de Colón, con sus Jardines del Descubrimiento en la parte este, son dos buenos ejemplos.

Hacer todo el Paseo de la Castellana a pie podría dejarnos exhaustos, pero siendo el eje principal de la ciudad bien merece una visita. A derecha e izquierda, encontraremos ministerios, embajadas y las sedes de los bancos más importantes. Este es el Madrid activo y empresarial de los nuevos iconos (la Torre Picasso o la Torre Europa en el complejo empresarial AZCA, entre otros) que esconde muchas sorpresas.

Una de ellas es el Museo de Escultura al Aire Libre (bajo el puente Enrique de la Mata Gorostizaga). Allí, podremos contemplar esculturas de Botero, Chillida y otros artistas contemporáneos.

En cambio, para los que no quieran sufrir un empacho “monumental” tenemos el plan B: Irnos de compras por la “Milla de Oro” de Madrid. Un conjunto de calles donde se reúnen las tiendas más lujosas de la ciudad.

Durante nuestro paseo por la Castellana, llegaremos al estadio Santiago Bernabéu. Allí podremos desviarnos para adentrarnos por las calles Serrano, Ortega y Gasset, Príncipe de Vergara, Velázquez, Jorge Juan…

A cada paso nos encontraremos con una nueva tentación: Versace, Dolce&Gabanna, Hermès, Chanel, entre otras firmas en Ortega y Gasset. Loewe,  Adolfo Domínguez o Cartier en la calle Serrano, por poner algunos ejemplos. Una maravilla para los sentidos, pero todo un desafío para el bolsillo.

Segunda tarde

13.30 h - Templo futbolero

El hambre aprieta y ya es hora de ir buscando un sitio para comer. Y ya que estamos en la Castellana, podríamos hacer algo poco habitual pero espectacular: acercarnos hasta el Estadio Santiago Bernabéu y probar un cochinillo de primera en alguno de los dos restaurante que hay en su interior: el Puerta 57 y el Real Café Bernabéu. Entre tanto, podremos observar en vivo y en directo el césped y el estadio que pisan las estrellas del Real Madrid.

Si vamos con toda la familia, lo mejor será visitar antes el museo y dejar que los niños (y los no tan niños) se distraigan con tanta copa y tanto recuerdo. Para los poco futboleros, siempre se podrá encontrar mantel en algún restaurante de Concha Espina.

En el Antiguo Cachirulo (Concha Espina, 4) podremos probar sus espectaculares carnes a la brasa (estilo aragonés). En José Luís (c/ Rafael Salgado, 11), recomendado por la Guía Repsol, tendremos otra oportunidad para cumplir con la tradición y probar un buen cocido madrileño, la especialidad de la casa.

16.30 h - Café ilustrado

Dejamos el fútbol y volvemos al Madrid ilustrado. Y como es la hora del café, podríamos tomar el metro en el Santiago Bernabéu y bajarnos en Colón. Apareceremos en el Paseo de Recoletos, donde buscaremos el número 21. Allí se encuentra el café literario por excelencia de la capital: el Café Gijón.

Desde 1888, este lugar imprescindible, donde durante la posguerra se realizaban charlas, tertulias y debates culturales, reúne a la flor y nata de las letras y las artes madrileñas. Raro es ir a tomarse un café y no toparse con una cara conocida. Será un lugar perfecto para darnos un respiro leyendo el periódico y coger fuerzas para la última etapa de nuestro viaje.

18.00 h - Corazón canalla

Antes de sumergirnos en Chueca, el barrio canalla por excelencia, acerquémonos a pasear por el entorno de la plaza de Callao. Este lugar es uno de los centros neurálgicos de la ciudad y punto de encuentro de muchos madrileños. En sus calles encontraremos cines, podremos pasar una tarde de compras en grandes almacenes y tiendas, y descansar tomando un café en alguna de sus terrazas.

A solo cinco minutos de allí, descubrimos el lugar donde finalizaremos nuestra ruta madrileña: Chueca. Este conocidísimo barrio madrileño, situado junto a la Gran Vía y entre las calles Fuencarral y Barquillo, es famoso por su espíritu de libertad, convivencia y diversión. Las plazas de Chueca, del Rey y Vázquez de Mella son el centro de la actividad.

Durante todo el día, estas calles bullen con gentes que “arreglan” el mundo mientras toman un café o la penúltima caña. Sus calles han sido escenario de múltiples películas, especialmente de Pedro Almodóvar, como Átame, con Antonio Banderas.

La influencia de Chueca es tal que aparece también en un buen número de canciones de la música española. Aquí podremos comprobar la otra cara de Madrid; basta con pasear por sus calles mirando escaparates de todo tipo. Los más atrevidos podrán optar por un corte de pelo surrealista, pero también se puede comprar aquí baratijas, contemplar grafitis y, sobre todo, comprar ropa de segunda mano a muy buen precio, que servirá de recuerdo para volver en otra ocasión.

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