La gastronomía de Girona, entre la imaginación y la tradición

Los excelentes pescados y mariscos, la rica y variada huerta además de una magnífica producción de carne de vacuno, convierten a la gastronomía gerundense en una de las más variadas y exquisitas.

Girona y, especialmente, L’Empordá es famosa por su gastronomía, no en vano es la cuna de algunos de los mejores cocineros del país, Ferrán Adriá, cuyo mítico restaurante El Bulli estaba en la localidad costera de Roses, o los tres hermanos Roca, Joan Jordi y Josep que han convertido su restaurante El Celler de Can Roca en uno de los mejores del mundo.

La gastronomía de Girona ofrece una gran variedad y calidad en sus productos. La costa proporciona abundantes pescados y mariscos; mientras que la tierra nutre a la cocina de excelentes verduras, hortalizas y frutas, carne de vacuno y de cerdo.

Para elaborar algunos de los platos del recetario gerundense son fundamentales los productos de la huerta como tomates, cebollas, calabacines, berenjenas o pimientos, que son de una excelente calidad: frescas o cocidas las verduras y hortalizas son un ingrediente elemental para las sabrosas ensaladas, los diferentes guisos o los estofados.

El pescado es imprescindible en la cocina de Girona. Doradas, rape, lubinas, merluza, o el suquet de pescado son muy habituales. Pero lo más destacable es la adecuada combinación de productos del mar y de la tierra como el marisco o pescado con caracoles, también con caracoles se preparan el conejo o la perdiz.

Girona posee un recetario muy extenso; de los platos más tradicionales podemos destacar el pato con mongetes, el conejo con nabos, la sopa de oca con cama-sec, el cerdo con hierbas aromáticas, el niu de tripas de bacalao y tordos, la olla de pescadores, la escudella, las habas catalanas o la patarrellada de mero son excelentes ejemplos de su imaginativa y variada cocina tradicional.

Entre los embutidos tiene el protagonismo absoluto la butifarra, así como el bull y el paltruc (de mayor grosor que la butifarra) aunque le siguen muy de cerca los quesos, especialmente los de la Garrotxa, el Selva y el Tupí, y también los salazones, principalmente las anchoas de L’Escala.

L’Empordá está llevando a cabo una importante tarea de recuperación de cultivos, como la escarola de cabello de ángel o la judía llamada d’ull rosa, productos típicos de la comarca que habían dejado de cultivarse y que ahora se pueden degustar en muchos restaurantes.

Aunque la tradición es decisiva en la gastronomía de Girona, la innovación, la experimentación y la creación de nuevos platos han desempeñado un papel decisivo para mantener viva la cocina de Girona y Ferrán Adriá es un claro ejemplo.

Para acompañar la comida, Girona posee la Denominación de Origen, Empordá-Costa Brava de los que destacan los rosados y los vinos jóvenes, sin embargo, todo apunta a que los tintos de crianza tienen un gran futuro.

Crema catalana, panellets, las cocas, además de una sabrosa fruta, todos ellos pueden ir acompañados por el licor más popular de la Costa Brava: ratafía, un licor de nueces.