Una escapada que recorre toda Ibiza en 48 horas

  • Su casco antiguo está declarado patrimonio de la humanidad.
  • En la Casa de la Cúria sabremos cómo se vivía en la medina musulmana.
  • Hay que visitar las cuevas de Can Marçà, en el Port de Sant Miquel.
  • Puig des Molins es la necrópolis púnica más grande del mundo.
Vista aérea de Ibiza.
Vista aérea de Ibiza.
CJ Mancini
Vista aérea de Ibiza.

Historia y modernidad se dan la mano como en pocos lugares en esta ciudad cuyo casco antiguo está declarado patrimonio de la humanidad. Ibiza, hogar de fenicios y púnicos, pero también plaza de romanos y musulmanes, explotó de creatividad con los hippies de los años 60 y se convirtió en la meca de la música electrónica a partir de los 80. Tanto eclecticismo solo se puede explicar de una manera: la riqueza de Ibiza es tan basta que atrae a espíritus inquietos de toda clase y condición. Por si fuera poco, su naturaleza, con playas de aguas hipnotizadoras, sigue siendo tan espectacular como siglos atrás.

Primera mañana

10.00 Entrar por la puerta grande

El recinto amurallado de Ibiza es el área que engloba la mayoría de los puntos de interés de este destino lleno de historia. La mejor forma de adentrarse en él es a través del Portal de Ses Taules, entre los baluartes de Sant Joan y de Santa Llúcia, construido a finales del siglo XVI. El antiguo foso hoy está seco pero aún puede sentirse sobre él la fuerza de este lugar. La puerta está coronada por el escudo imperial y a sus lados se levantan dos estatuas romanas. Pero no podemos dejarnos engañar, son dos reproducciones de las originales, que hoy se encuentran en el Museo de Arqueología.

10.30 Omnipresente y sobrecogedora: la catedral

Cualquiera de las calles de pendiente ascendente nos lleva al centro neurálgico del barrio. Cuatro siglos de trabajo han dado para mucho en este templo construido originariamente, según se cree, sobre una mezquita árabe. La catedral de Ibiza puede verse casi desde cualquier punto de la ciudad, y de cerca no decepciona. Su sobriedad lleva el sello gótico y barroco, y su construcción se remonta al año 1235, cuando las tropas cristianas retomaron la isla. Desde la plaza, podemos ver el viejo reloj de sol del campanario, bajo el de agujas actual, y la imagen de la Virgen de las Nieves sobre la puerta, a quien está consagrado el lugar.

Antes de entrar, rodeamos el campanario para llegar, por la parte exterior, a la zona de las vidrieras, que llenan de color por dentro el altar mayor. Además, las vistas de la ciudad desde aquí son espectaculares, aunque a menudo pasan desapercibidas al visitante ansioso por entrar en el recinto. En el interior, claro y sencillo, destacan la custodia de plata dorada realizada por Francesc Martí en el año 1399 y las tablas góticas de Valentí Montoliu. Merece la pena también detenerse ante el elegante órgano sobre el Cristo yacente, que recuerda a un ángel con las alas extendidas.

12.00 Un rincón lleno de arte

Bajando hacia el puerto por la calle de Santa Maria, que después se convierte en la calle de la Carrossa, y de nuevo fuera de las murallas, en el intrincado barrio de Sa Penya encontramos la casa Broner (Carreró de Sa Penya, 15; tel.: 971 399 232). Este taller-hogar de artista es un buen ejemplo del tipo de espíritus creativos e inconformistas que ha atraído la ciudad en las últimas décadas.

Si el día es demasiado caluroso, o simplemente queremos disfrutar desde ya de las famosas aguas de Ibiza, podemos cambiar esta visita por las cálidas arenas de la playa de Figueretas  hasta la hora de comer.

14.00 Ca N’Alfredo, garantía de calidad con Soles Repsol

Callejeamos hacia el oeste y bajamos a la zona nueva (la calle de Antonio Palau es la que se acerca más directamente) hasta llegar al paseo de Vara del Rey, donde, en el número 16, se encuentra el restaurante Can N’Alfredo (cerrado la noche del domingo y lunes; tel.: 971 311 274). Este restaurante, con un con un Sol Repsol, ocupa un interesante edificio colonial. De su carta no hay que dejar escapar los canapés de pescado con mermelada de pimientos.

Primera tarde

16.30 Mil años de ingeniería militar: las murallas

Regresamos al recinto fortificado para bajar la comida con un paseo junto a cualquiera de sus murallas (podemos entrar por el acceso con rampa a media altura de la ronda de Antoni Costa Ramon). Acostumbrada a numerosas invasiones, desde la púnica hasta la árabe, la ciudad reforzó a partir de 1235, año de su reconquista, las defensas hasta ofrecer la versión que hoy conocemos. El rey Felipe II, ya en el siglo XVI, fue uno de los mayores impulsores de este proyecto iniciado en el siglo X por los musulmanes y que hoy es patrimonio de la humanidad.

Llegamos al baluarte de Sant Pere (en verano, abierto de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00; en invierno, de 10.00 a 15.00; domingos a la tarde, lunes y festivos, cerrado; tel.: 971 399 232), situado en el extremo noroeste del complejo, para conocer cómo se llevó a cabo esta construcción inmensa en un terreno tan complicado por sus desniveles y entender las diversas estrategias de defensa. Aquí también se puede consultar la agenda de actos, ya que es habitual que en este peculiar escenario se realicen conciertos y otras actividades culturales.

18.00 Un salto a la medina árabe

Desde el baluarte, si tomamos la calle de Sant Ciriac, un corto paseo nos lleva hasta la Casa de la Cúria (calle Mayor, 2; en verano, abierto de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00, domingo a la tarde y lunes, cerrado; tel.: 971 392 390). En este centro de interpretación conoceremos, sobre todo, cómo era la vida en la antigua medina musulmana. Se trata de un fascinante viaje en el tiempo. El museo, cuyas paredes cuentan con mil años de historia, acoge las nuevas tecnologías para ofrecer una experiencia sorprendente y didáctica, apta para toda la familia.

20.30 3 en 1: lo más nuevo de la noche de Ibiza

Restaurante, cabaret y club, todo en uno: el Lío (paseo de Juan Carlos I, tras bajar al puerto y recorrer toda la avenida de Santa Eulária des Riu), integrante del grupo Pachá, es lo último en el panorama de Ibiza. Empezamos escogiendo alguno de sus refrescantes cócteles en una sala con amplias vistas al puerto, para, durante la cena, dejarnos divertir por un espectáculo muy variado. Pero esto no es todo: la fiesta continúa, de domingo a domingo, hasta las cuatro de la mañana con la faceta más dance del local.

Segunda mañana

10.30 Un viaje al interior de la isla

La espectacularidad de la isla y su carácter excepcional nos llevan a dejar la capital durante la segunda jornada de la ruta para desplazarnos hasta el Port de Sant Miquel, a 20 km al norte (aquí puedes consultar los horarios de autobús). Aquí se encuentran las cuevas de Can Marçà (visitas de verano, de 10.30 a 13.30 y de 14.30 a 20.00 cada media hora), de más de 100 000 años de antigüedad.

Aparte de las maravillosas estalactitas y cavidades iluminadas para el visitante, llama la atención el uso que en un pasado no tan remoto hicieron de ellas los contrabandistas. No es fácil imaginar un escondite mejor. Si miramos con atención podemos encontrar las marcas de pintura roja y negra que señalaban el camino hacia una salida secundaria en caso de necesidad de huida.

12.00 La hora del baño

Aprovechamos el viaje para disfrutar, en la misma localidad, de una de las calas mejor preservadas de la isla. Las aguas cristalinas del Port de Sant Miquel son un verdadero bálsamo para la vista y el tacto, por lo que no debemos olvidar añadir gafas de buceo y tubo a la mochila del día. Además, la ocasión es perfecta para realizar una pequeña excursión en kayak y gozar al máximo de este pedazo de costa virgen. Tampoco está de más dar una pequeña caminata por los caminillos que bordean los riscos. Las vistas son preciosas en cada curva.

14.00 La comida, a pie de playa

Lo apartado del lugar requiere una solución rápida pero cuidada a la hora de la comida. El restaurante Port Balansat (tel.: 971 334 527) la brinda con una amplia terraza junto al mar que hace más placentera aún su oferta gastronómica, en la que el pescado es el protagonista y el bullit de peix es el plato estrella. Si hace demasiado calor en el exterior, la sala interior es igualmente agradable.

Segunda tarde

16.00 Iglesia y puesto vigía

De vuelta, si disponemos de coche propio o hemos alquilado uno para la ocasión, nos detenemos en el pueblo de Sant Miquel de Balançat, a apenas 2 km de la playa. Aquí encontramos una hermosa iglesia que, desde el siglo XIV, se fue ampliando hasta desarrollar su complejidad actual. Resultan especialmente interesantes los frescos de sus muros; curiosamente habían permanecido sin ser descubiertos hasta hace unos pocos años.

Antes de marcharnos podemos disfrutar de la tranquilidad del cementerio adosado. La iglesia está situada en lo alto de una pequeña colina, por lo que las vistas desde aquí de uno de los lugares más limpios y verdes de la isla son también otro de sus atractivos. En su época, sin embargo, servían para controlar la llegada de piratas. Si la visita coincide en jueves, podemos buscar algún recuerdo en el mercadillo que se monta en la plaza de Sant Miquel.

17.00 El espectáculo de la muerte

La necrópolis púnica más grande del mundo, con más de 3000 tumbas, sarcófagos, ajuares, amuletos de barro cocido y capillas subterráneas, es un espectáculo único que no podemos dejar pasar. El impresionante yacimiento de Puig des Molins (Vía Romana, 31), a los pies del casco histórico al oeste, habla por sí solo de los orígenes fenicios de la ciudad a través del que fue su cementerio: un terreno lleno de cuevas que llegó a ocupar 50.000 m2 y que posteriormente fue también utilizado por los romanos.

Si todavía disponemos del coche que hemos utilizado durante la jornada, haremos una última escapada de agua antes de una buena cena.

19.30 Pasear sobre la arena al atardecer

La playa de Talamanca, al otro lado de la ciudad, ofrece casi un kilómetro de arena y mucho más mar mediterráneo en el que disfrutar en pareja, con la familia o rodeado de amigos. Con la bajada del sol, el momento es perfecto para quitarse los zapatos y caminar junto a las olas con el sol acariciándonos la espalda.

21.00 Un pellizco de innovación

De regreso en el centro de Ibiza, a los pies de unas murallas que al caer la tarde parecen cambiar de textura, en la zona noroeste de la fortificación se encuentra La Brasa (calle Pere Sala, 3). Un toque de innovación sobre los platos de toda la vida, siempre a partir de una buena materia prima, es la receta que propone este restaurante para la segunda noche de la ruta.

De su carta son famosas las croquetas de huevos de codorniz con foie, además de diversas opciones aptas para vegetarianos. En la oficina de turismo (tel.: 971 399 232) se pueden consultar los horarios nocturnos de la visita teatralizada a Dalt Vila. Estas visitas, de una hora y media de duración, tienen como hilo conductor una historia de amor imposible ambientada en el siglo xvi.

23.00 Un último capricho

Antes de volver al hotel, nos adentramos por las callejuelas del puerto ya que, en temporada alta, esta zona mantiene sus tiendas abiertas hasta la medianoche. Resulta un placer especial curiosear y conocer la ropa, complementos y productos isleños bajo las estrellas. Aprovechamos este momento de tranquilidad para hacer las últimas compras y disfrutar por última vez de estas aceras y casas antiguas cargadas de historia y sorpresas. Con todo esto, terminaremosde redondear una estancia perfecta en esta isla inagotable que siempre deja buen sabor de boca.

Seas como seas, hay un plan para ti

  • Para amigos
    Ibiza es mundialmente famosa por sus fiestas y sus discotecas. Sitios como el Pachá (avenida 8 de Agosto), Space (Playa d’en Bossa s/n, Sant Josep de Sa Talaia) o Privilege (calle de Ibiza 7, Sant Rafel) han sido reseñados por publicaciones de todos los países. Destacamos en este apartado las fiestas del agua de la sala Paradis  (calle Salvador Espriu, 2, Sant Antoni de Portmany), que en mitad de la noche convierte la pista de baile en una enorme piscina donde chapotear al ritmo de los DJs; un espectáculo al más puro estilo ibicenco.
  • Para sofisticados
    Para los que busquen una noche animada pero sin la intensidad de los escenarios de los gigantes de la electrónica, el centro de la ciudad reserva un local de ambiente cuidado al abrigo de la vieja ciudad amurallada. El Monalisa (calle de Alfons XII, 3) presume de recibir a modelos y famosos, y ofrece la posibilidad de incluir a sus clientes en las listas de entrada gratuita de las mejores fiestas de la ciudad. Un local que resulta idóneo para lucir el modelo más estrafalario que se tenga en el armario.
  • Para relax
    Apartado del bullicio de la ciudad, Agroturismo Atzaró (carretera de Sant Joan, km 5, Santa Eulària des Riu) ofrece toda la gama imaginable de terapias para alcanzar el máximo relax. Tratamientos con técnicas orientales y occidentales, pero también espacios donde practicar yoga, recibir clases de gimnasia en el agua y hasta un hammam tienen cabida en este complejo pensado para la salud física y mental que se ubica en plena naturaleza.
  • Para aventureros
    Proponemos para los más lanzados una visita a una cueva prehistórica que, durante la etapa púnica, se convirtió en lugar de culto y que arqueológicamente, en los tiempos modernos, no fue descubierta hasta 1907. El santuario des Culleram (abierto de martes a domingo de 10.00 a 13.30), en Sant Joan de Labritja, contenía 600 figuras completas, un millar de cabezas de terracota y una placa de bronce con los nombres de Astarté y Tania, diosa de Ibiza por excelencia, que confirman su pasado ritual. Tanto sus profundidades como su enorme mirador harán disfrutar a los amantes de la naturaleza y los lugares exóticos.
  • Para familias
    Instalado en una cueva natural, el Aquàrium Cap Blanc es perfecto para entretener a los más pequeños. Morenas, meros, langostas, rayas, congrios… y hasta huevos de tiburón ocupan sus piscinas mostrando la fauna marina más representativa de la isla. Está situado en el pueblo de Sant Antoni de Portmany, a 23 km de la capital, y abre de 9.30 a 23.00, por lo que resulta una escapada fácilmente realizable en cualquier momento del día.
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