No es una buena noticia para el viajero, acaso para el turista. El Tíbet también quiere sacar rendimiento (económico) al turismo. Sus autoridades van a construir un parque turístico en la capital, Lhasa, su capital. La idea es ofrecer actuaciones, productos y entretenimiento a los turistas.
El Gobierno del Tíbet, ha anunciado que invertirá 4.700 millones de dólares (3.800 millones de euros) en construir un parque turístico y cultural entre los próximos tres y cinco años.
Según informan medios locales, el parque, con una superficie prevista de 800 hectáreas, estará situado a unos dos kilómetros del centro de Lhasa, y contará con actividades para dar a conocer a la dinastía Tang, así como con actuaciones al aire libre e instalaciones educativas y de entretenimiento.
Del mismo modo, incluirá muestras de la artesanía y la medicina tibetana, además de un City Folk, en el que los turistas podrán observar muestras de la vida local y comprar productos de la zona. Asimismo, el proyecto contemplará la construcción de negocios y barrios residenciales.
Bajo administración china
El turismo no es aún una importante fuente de ingresos para el Tíbet. Su economía se ha basado en actividades tradicionales como, la agricultura, la ganadería, la hilandería de lana, la silvicultura y la artesanía. Recientemente se han descubierto modestos yacimientos de cobre, plomo, zinc, cromo, oro, aluminio y petróleo. Posee además uno de los cinco únicos yacimientos de litio del mundo.
Hoy en día el Tíbet es una región autónoma de China, desde que en 1950 el Ejército Popular de Liberación chino invadiera la región. Desde entonces, se han desatado conflictos, principalmente el enfrentamiento entre monjes budistas y militares chinos.
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