Barcelona

Cataluña revisará condenas para conceder más condicionales

El interior de una cárcel.
ARCHIVO

La Generalitat de Cataluña impulsará la revisión de casos de presos que cumplen condenas en régimen abierto en las cárceles catalanas para conceder más condicionales.

El objetivo es acercarse a los niveles del resto de España y de Europa. Así lo ha explicado este lunes en rueda de prensa el director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Ramon Parés, que se ha propuesto como objetivo, a través de una nueva circular, que se otorguen 300 condicionales en dos años para acercarse a los niveles españoles, con el 15% de presos en este régimen, frente al 10% de Cataluña.

Se revisarán solamente las condenas de presos que están en tercer grado —que duermen en centros penitenciarios de lunes a viernes pero están en la calle durante el día y también las noches del fin de semana—, para evaluar a quienes se puede conceder la condicional: su excarcelación con el compromiso de no delinquir.

Y es que en Cataluña se da la paradoja de que hay una cifra "enorme" de presos en tercer grado (25% del total), que es la "antesala" de la libertad condicional, y sin embargo en esta última tiene uno de los niveles más bajos de Europa. Actualmente, las cárceles catalanas tienen 961 presos en libertad condicional sobre un total de 8.581, que representa un 10%, por detrás del 15% del resto de España, y muy lejos de las cifras de los países europeos donde más se aplica: Portugal (22%), Reino Unido (34%) y Finlandia (32%).

"Asignatura pendiente"

"Es nuestra asignatura pendiente. La libertad condicional es una herramienta infrautilizada", ha reconocido Parés sobre el caso catalán, y que quiere subsanar con la entrada en vigor de esta circular sobre su gestión y ejecución, que fija alcanzar estos objetivos.

La legislación actual establece un doble filtro para el acceso a la condicional: el visto bueno del centro penitenciario y el del juez de vigilancia penitenciaria, que es quien finalmente la aprueba. Solamente pueden disfrutarla presos en tercer grado, que hayan cumplido tres cuartas partes o bien dos tercios de la pena, con buena conducta, y además un buen pronóstico de cara al futuro.

Apenas reincidencia

Parés ha insistido en que los estudios demuestran que un interno que va tomando contacto con el mundo exterior de manera progresiva —con salidas, permisos y régimen abierto— y acaba su condena en libertad condicional reinciden menos que quienes la cumplen en régimen cerrado (un 15,7% frente a un 51,3%). La mayoría de los presos que acceden a la condicional son los que han sido condenados por delitos contra la salud pública o contra la propiedad privada, siendo pocos los que han cometido delitos de sangre, ha explicado.