Valencia

Fiebre amarilla: todos quieren aprender chino

En Valencia (y en España en general), cuando dos amigos se encuentran, se dan dos besos; en China, no se tocan. Aquí se puede hablar de sexo con libertad, allí es tabú. Son detalles que conviene saber para entablar una relación empresarial con China, además de conocer su lengua.Entre los valencianos se ha despertado un gran interés por este país. De hecho, la Escuela Oficial de Idiomas de Valencia ha recibido 800 preinscripciones para chino y la Universitat, que ofrece cursos desde el año pasado  (se matricularon 280 en una semana), casi va a duplicar las plazas para éste, unas 450.

Además, ha sido elegida  como sede del Instituto Confucio (centro oficial de enseñanza de la lengua y cultura china de aquel país).

La profesora de chino de la Universitat Lu Jia (Rubí en castellano) asegura que el auge de estos cursos se debe a «la importancia de China, que es la fábrica del mundo».

El chino es un idioma difícil para los europeos: «Al principio, lo que más cuesta son los caracteres y los cuatro tonos de entonación».

Según dice, sus alumnos se apuntaron por curiosidad. En el caso de Cristina García (trabaja en la Universitat) hacía poco que había viajado a China y decidió probar. Este año repite.

Para saber chino, toma nota

La Universitat de València abre hoy la preinscripción de la primera hornada de cursos de chino y cultura china. Para saber más, entra en www.fguv.org/cursos. Hay algunos para profesionales y para alumnos (te dan cuatro créditos). Los que hicieron uno el año pasado, pueden coger un nivel más avanzado.

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