Valencia

Pro Banco Valencia aboga por una reestructuración ordenada en la que intervenga el FGD y se respete a los accionistas

Fachada Principal De La Sede Del Banco De Valencia.
EUROPA PRESS

La Asociación para Defensa de los Accionistas del Banco de Valencia (Pro Banco Valencia) aboga por una reestructuración ordenada de la entidad intervenida por el Banco de España, en la que intervenga el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y se respete a los actuales accionistas.

En un comunicado, Pro Banco Valencia señala que ve "factible" decantarse por "una solución similar a la del 'caso Banesto'" de acuerdo con lo previsto en el decreto-ley que regula el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), y que le atribuye mecanismos "similares" a los aplicados en esa ocasión, a fin de mantener parte del capital social en manos de sus actuales accionistas, sin reducir el valor de sus acciones a cero.

Al respecto, la asociación subraya que esa opción permitiría seguir un procedimiento que arbitrase la entrada del Fondo de Garantía de Depósitos como "mecanismo tradicional de tratamiento de crisis de una entidad de crédito", mantener el valor de las acciones y que parte del capital social quede en manos de los actuales accionistas y, además, "asegurar que se produzca una reestructuración ordenada, garantizando el apoyo social y político a ese proceso".

En su opinión, la "traslación" del 'caso Banesto' sería una solución "favorable a todas las partes" y supondría una serie de operaciones en el plan de reestructuración, como la aplicación del importe de las totales reservas permitidas a cubrir pérdidas.

Además, implicaría una ampliación del capital (de la cifra que signifique la entrada de 583 millones, incluyendo importe y prima) en dos tramos, un primer tramo dirigido a los actuales accionistas a un tipo especial y el segundo, a suscribir íntegramente por el FGD para su posterior enajenación por procedimiento competitivo.

También conllevaría la apertura de un procedimiento competitivo y adjudicación de las acciones suscritas por el FGD, así como la ejecución de una Oferta Pública de Venta por el adjudicatario sobre una parte de estas acciones a favor de los actuales accionistas, a un precio especial.

En el 'caso Banesto', se exigió a la entidad que aplicase todas las reservas permitidas a compensar pérdidas y se redujo capital mediante la disminución del valor nominal de las acciones a 400 pesetas, con lo que se mantuvo un valor para las antiguas acciones. Seguidamente, se amplió el capital que fue suscrito íntegramente por el FGD de modo que, una vez adoptadas esas medidas de saneamiento, como titular del capital pudiese vender la entidad y, por tanto, recuperar gran parte del dinero invertido.

Según recuerdan las mismas fuentes, finalmente el Banco de España adjudicó a una entidad de crédito todo el paquete accionarial resultante de la operación, pero esa entidad quedó obligada a ofrecer al resto de los accionistas de Banesto un 13,27 por ciento del capital social. Así, ésta formuló a los accionistas una Oferta Pública de Venta a un precio de 400 pesetas la acción y en una proporción de una acción nueva por cada dos acciones antiguas.

Argumentos en contra de una '

Operación acordeón'

Ése es, por tanto, el modelo que Pro Banco Valencia considera más conveniente para el futuro de la entidad valenciana, a diferencia de una 'operación acordeón' que valore a cero las acciones.

En su opinión, con los datos de los estados financieros del banco "no se justifica" que el Plan de Reestructuración requiera una 'operación acordeón', dado que cerró el segundo semestre de 2011 con unos fondos propios individuales de 353,4 millones de euros y consolidados de 325,4 millones y, si se aplican las reservas a compensar las pérdidas de 870,6 millones, "no sería necesaria la reducción de capital" y la privación de valor a los accionistas.

Es más, las mismas fuentes subrayan que "más allá de lo que los resultados publicados y la valoración estrictamente contable puedan reflejar, es indudable que el Banco de Valencia posee un valor intangible superior al que su valor en libros pueda recoger derivado del fondo de comercio de la entidad".

En cuanto a la necesidad de incrementar los fondos propios por un importe de 585 millones para cumplir con los niveles de solvencia exigidos por la actual normativa, Pro Banco Valencia sostiene que esas necesidades "no suponen el reconocimiento de nuevos deterioros que pudieran reducir nuevamente los fondos propios" y que "deberían ser cubiertas a través del compromiso adquirido por el FROB de suscribir una ampliación de capital de hasta 1.000 millones".