El sensor puede percibir la textura de los objetos con un grado de sensibilidad igual al de las yemas de los dedos humanos.
Los desarrolladores esperan que, en el futuro, este sensor táctil pueda aplicarse en medicina como una mejora para las intervenciones quirúrgicas.
La sensibilidad del dispositivo se mostró con un pequeño experimento: al poner en contacto la "cinta sensible" con una superficie, las particulas eran mostradas como pequeñas luces mediante el efecto de electroluminiscencia.Cuanta más presión se ejercía sobre la superficie, más luminosas 'se hacían las partículas.
Ravi Saraf, ingeniero de la Universidad de Nebraska, explica que los sensores creados hasta el momento tienen el problema de que ofrecen una resolución milimétrica, mientras que la resolución de la yema de un dedo es de unos 40 micrómetros, aproximadamente la mitad del diámetro de un pelo humano.
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