Megaupload quiso eliminar a los competidores que usaban sus mismas prácticas 'ilegales'

  • El escrito de acusación contra los gestores de Megaupload asegura que el portal repartía "millones" a usuarios para que subiesen contenidos protegidos.
  • El FBI y el Departamento de Justicia aseguran que los propietarios de la página se dedicaban al blanqueo de capitales a gran escala.
  • Se habrían embolsado 175 millones de dólares desde 2005.
La página web de Megaupload, visible en la caché de Google.
La página web de Megaupload, visible en la caché de Google.
La página web de Megaupload, visible en la caché de Google.

La Corte Federal del distrito Este del estado de Virginia (EE UU) ha decidido procesar a siete responsables del portal de almacenaje de archivos Megaupload y cerrar la página por formar parte de una 'Mega Conspiración' mundial dedicada a ganar dinero mediante la distribución ilegal de contenidos principalmente audiovisuales sometidos a derechos de autor.

Según la investigación llevada a cabo por la Oficina Federal de Investigación estadounidense (FBI) y el Departamento de Justicia, Megaupload no era solo un lugar de almacenamiento de archivos para particulares.

En lugar de eso, promocionaba y premiaba (incluso económicamente con hasta 55.000 euros) a aquellos clientes que almacenasen en los servidores de la compañía contenidos ajenos protegidos con copyright u otras licencias. Eso a pesar de que las condiciones de uso del portal prohibían expresamente esta actividad.

Después, Megaupload permitía a los usuarios disfrutar de esos contenidos en línea mientras la compañía ingresaba dinero introduciendo publicidad.

Borraban los archivos poco demandados

La acusación principal de la corte de Virginia, estado donde Megaupload tenía sus servidores, es por conspiración, infracción de las leyes de propiedad intelectual y lavado de dinero.

Para el FBI, los correos electrónicos intervenidos a los siete imputados en la causa demuestran que la empresa no solo sabía que sus usuarios utilizaban sus servidores para intercambiar material con derechos de autor, sino que la propia web les inducía a hacerlo y les invitaba a crear enlaces para llevarlos a sus propias cuentas.

Si Megaupload detectaba un archivo con pocas descargas, es decir, con poco interés, lo borraba para liberar espacio en sus servidores y favorecer aquellos más apetecibles.

Los contenidos ilegales no se borraban. Pese a que Megaupload contaba con un botón de denuncia denominado 'Abuse Tool' (literalmente, abuso de la herramienta), cuya puesta en marcha acordó con algunos de los grandes poseedores de derechos de autor de EE UU, el sistema solo eliminaba el enlace de acceso denunciado, no todos los existentes. Así, las películas, series o álbumes musicales seguían estando disponibles.

Megaupload había recibido varios avisos por este comportamiento. En junio de 2010, la corte de Virginia le advirtió de que en sus servidores, que albergaban 24 petabytes de información (24 millones de gigabytes) solo en este estado, existían 39 películas de cine con derechos de autor. "El 18 de noviembre de 2011, más de un año después, 36 de las 39 películas seguían almacenadas allí", concluye la acusación.

Mientras repartía "millones" entre los usuarios que subían los contenidos más populares, Megaupload no hacía "ningún pago significativo" a los propietarios de los derechos de las miles de obras que se distribuían gracias a su red "cada día", según los investigadores.

Denunciar a la competencia

El informe de la acusación incluye más de un centenar de correos electrónicos intercambiados entre los sospechosos en los que queda reflejada su actividad delictiva y el conocimiento de todas las prácticas ilegales que llevaban a cabo. En ellos se felicitaban por los objetivos conseguidos y comentaban cuáles eran los contenidos más apropiados para mantener su modelo de negocio.

Megaupload fue un paso más allá e intentó eliminar a su competencia. En una de las comunicaciones intervenidas, las oficinas centrales de Hong Kong solicitaban información a sus socios en EE UU acerca de cómo podían demandar a páginas similares tras haber obtenido pruebas de que éstas pagaban a la gente para subir archivos, es decir, las mismas prácticas que ellos empleaban para ser los líderes.

La corte de Virginia coloca a Kim Schmitz, también conocido como Kim 'Dotcom' en la cúspide de las operaciones delictivas de la organización como fundador de Megaupload.

Sus socios Finn Batato (alemán, jefe de Marketing y Ventas), Julius Bencko (eslovaco, director gráfico), Sven Echternach (alemán, director de desarrollo de negocio), Mathias Ortmann (alemán, cofundador y director técnico), Andrus Nomm (estonio, responsable de desarrollo de software), y Bram Van Der Kolk (holandés responsable de programación) también están acusados.

Entre todos habrían ingresado en 2010 alrededor de 55 millones de dólares. Solo la inclusión de publicidad en la distribución de los contenidos ilegales habría generado a los propietarios de la empresa 25 millones.

Aficionados al lujo

Las autoridades estadounidenses consideran que por medio del portal Megaupload, que cuenta con unos 150 millones de usuarios registrados, y de otras páginas asociadas, sus gestores ingresaron unos 175 millones de dólares desde su creación en 2005.

Su tren de vida se adecuaba a sus ingresos. La Policía de Nueva Zelanda, donde residían y han sido detenidos Schmitz, Batato, Ortmann y Van der Kolk, informó de que ha decomisado a los detenidos y a la empresa, bienes valorados en unos 4,8 millones de dólares (3,7 millones de euros), además de otros 8 millones de dólares (6,2 millones de euros) depositados en cuentas abiertas en diversos bancos del país.

La corte de Virginia ha notificado el embargo de 65 cuentas bancarias situadas en Filipinas, Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda y pertenecientes a los acusados o Megaupload y sus empresas asociadas. También, de 26 automóviles de gama alta, entre los que se encuentran una decena de Mercedes, una motocicleta Harley Davidson, un Rolls-Royce Phantom, dos Cadillac o un Lamborghini LM002.

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