Murcia

Atados por el móvil

En una palabra, que somos móviles y movedizos, como la dama de la ópera. Sin embargo, la Iglesia tardó 300 años en pedir perdón a Galileo; la movida se esfumó como el humo, y sólo nos dejó a la madre de Pedro Almodóvar triunfando en Hollywood, y nosotros con estos pelos. El móvil, cuando más lo necesitas, se te bloquea, o como diría José Mercé: «¿Qué es lo que tienes, criatura, con el corazón siempre apagado o fuera de cobertura?». Ya no sabemos vivir sin móvil, pero el móvil nos inmoviliza con frecuencia. Somos seres atados a un móvil, es decir, estamos inmovilizados. No somos nada.