Uno de cada cuatro vagones de Metro, sin refrigeración
"Intentamos que esta cuarta parte de coches sin climatización se reparta proporcionalmente entre todas las líneas y que ningún tren entero vaya sin aire", aseguran fuentes de la compañía.
Sudar en silencio
Termómetro en mano, 20 minutos bajó ayer al suburbano para comprobar las consecuencias de esta carencia.
Son las 16.25 horas y la temperatura en un vagón de la Línea 1 sin aire acondicionado y con algunas ventanas abiertas alcanza los 32 grados centígrados.
Media hora más tarde, en la Línea 5, el mercurio sube hasta los 33.
En este caso no hay aire y, además, todas las ventanas están cerradas. Gema Suárez alivia con zumos a sus dos hijos, que vienen de la guardería.
Hallar el paraíso
El paraíso aparece a las 17.15 horas en un coche de la Línea 3, donde la refrigeración baja el termómetro a 25 grados.
Las ventanas están mojadas por la diferencia de temperatura. Los pasajeros leen y dormitan.
El aire acondicionado se enciende cuando las instalaciones del suburbano alcanzan 25 grados.
Cuesta 90.000 euros por vagón, pero no llegará a toda la red hasta el verano de 2007.
En Barcelona, en cambio, el Metro está climatizado al 100% desde 1999.
"Yo me subo en las Líneas 2, 5 y 7 y creo que la peor de todas es la 5. Nunca he intentado abrir las ventanas, se necesita una llave".
"A las nueve de la mañana, en hora punta, la gente ya intenta abrir las ventanas porque no se puede respirar".
"La mayoría de las veces las ventanas van cerradas y no se pueden abrir. Hace dos semanas que no suelto mi abanico".
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