«Ojo, me he quedado con tu cara»
De hecho, los enfermeros valencianos presentaron 22 denuncias por agresiones físicas o verbales de pacientes en 2005. Según el Consejo de Enfermería de la Comunitat, «cada día un enfermero, como mínimo, es insultado o vejado».
Por provincias, los pacientes con la mano más larga o los enfermeros que más se deciden a decir basta son los alicantinos, que presentaron 11 de las denuncias. En Valencia pusieron 9 y en Castellón, 2. Del total, 14 fueron en centros de atención especializada y 8 en primaria.
Por su parte, el sindicato Satse va más allá y revela que ocho de cada diez enfermeras han sido agredidas alguna vez por un paciente o familiar y el 74% se siente desprotegido.
La enfermera M.J.F. dice: «La gente cada vez exige más, es más egoísta y protesta más. Me he quedado con tu cara –nos dicen–. La suerte es que tenemos un guardia de seguridad en la puerta y lo llamamos en cuanto vemos una situación de peligro».
Éste es uno de los motivos que ha llevado a la creación de las Unidades de Riesgos Laborales (están funcionando en ocho hospitales de la Comunitat, como el Clínico y La Fe de Valencia).
Según Vargas (preside estos días las Jornadas nacionales de enfermería en Valencia), «estos servicios nos ayudan a prepararnos para cuidar a los demás».
Radiografía de una agresión
Miedo y bajas: Las enfemeras que han sido víctimas de una agresión pueden sufrir desde estrés hasta alteraciones del sueño. Lo que provoca, dicen desde Satse, que el personal se desmotive y a un incremento de las bajas.
¿Desprotegidos?: El sindicato denuncia que no tienen respaldo ni psicólogico ni jurídico de la Conselleria y que las víctimas se tienen que pagar su propio abogado.
¿Qué hay que hacer?: No hacerse el héroe ni ocultar la agresión. Pedir auxilio a las Fuerzas de Seguridad o a un compañero. Intentar identificar al agresor, mantener intacto el escenario donde haya ocurrido y buscar testigos. Siempre hay que denunciar. Es lo que propone el sindicato.