Salvador de Bahía, la expresión del barroco americano en Brasil

Una historia rica crea una ciudad rica. Es el caso de Salvador de Bahía, que fuera primera capital de Brasil. La actual capital del estado de Bahía, preserva la riqueza de la historia del país.

El centro histórico de la ciudad, que comprende los barrios del Pelourinho, la Sé y el Pilar, constituye el mayor conjunto arquitectónico de estilo barroco de Latinoamérica de los siglos XVI y XVII. Debido a su valor histórico y cultural, en 1985 fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Varios edificios del centro histórico han sido recuperados en los últimos 30 años; se han restaurado más de 800 fachadas e interiores, incluyéndose manzanas completas de antiguas residencias, conventos e iglesias. Todo ello  aumenta el atractivo que tiene esta ciudad para el turista interesado en conocer la historia de Brasil.

El barrio del Pelourinho, adornado por construcciones coloniales pintadas de diferentes colores, destaca de entre todos los demás. Algunos de sus edificios albergan los museos más importantes de la ciudad, como el Museo Abelardo Rodrigues, la Fundación Casa de Jorge Amado, el Museo de la Ciudad, el Museo Das Portas do Carmo y el Museo Tempostal.

Si durante el día el Pelourinho ofrece gran oferta museística, por la noche tiene una importante vida nocturna con bares de reggae, ensayos de bloques Afro, ruedas de Capoeira y una gran variedad de shows y ritmos.

El centro histórico de Salvador ofrece variadas alternativas de ocio, como los paseos en el Mercado Modelo, donde se pueden encontrar productos típicamente bahianos, o disfrutar de la más bella puesta de sol desde el Farol da Barra.

Además del patrimonio cultural y su variada oferta de ocio, Salvador dispone de 50 kilómetros de playas de lo más variopintas en las que poder nadar, practicar surf o deportes de vela, buceo y pesca submarina.

Y si llega la hora de comer, la ciudad ofrece una gastronomía típica a base de frutos del mar y de otra serie de alimentos de origen africano, como el aceite de dendê, la leche de coco, el jengibre y la pimienta.