Más potente y más caro, la 'etiqueta negra' llega al Mercedes-Benz C 63 AMG

Los datos de ventas de AMG son para tenerlos muy presentes en los tiempos que corren. Ya son cuatro las ediciones especiales bajo la denominación Black Series (a cual más potente y cara) y el número de unidades salidas de fábrica resulta más que alentador. Desde el inicio de sus respectivas comercializaciones, se han producido 120 unidades del SLK 55 AMG Black Series, unas 700 del CLK 63 AMG Black Series y otras 350 del más potente de todos, el SL 65 AMG Black Series.

Con la reciente renovación de la Clase C, AMG ha vuelto a despertar el interés por este tipo de ediciones 'etiqueta negra' creando una de las berlinas de pequeñas dimensiones más potente del mercado. ¿El precio?. Unos 130.000 euros que, visto lo visto, no parecen ser demasiado problema.

Para conseguir este espectacular aumento de potencia en el motor de aspiración 6.2 V8, AMG ha recurrido directamente a algunos de los componentes procedentes del V12 del SLS AMG, como las bielas, los pistones forjados o incluso el propio cigüeñal aligerado del 'alas de gaviota'. También ha modificado otros elementos de cara a una mejora en la gestión del motor, como la superficie del refrigerador de aceite que es un 50% más grande. Todo esto, en resumen, ha provocado una mejora de 60 cv en el registro de potencia y también en el de par motor, que crece hasta los 620 Nm, dejando una capacidad de aceleración asombrosa.

Según las primeras estimaciones de la marca y con carácter provisional, el C 63 AMG Black Series podrá acelerar hasta los cien en 4,2 segundos, lo que supone tres décimas menos que el registro del C 63 AMG convencional. El consumo, por su parte, tan sólo se ha visto penalizado en 0,2 litros por cada cien kilómetros recorridos, un secreto del que probablemente sean responsables tanto la buena gestión de la caja de cambios Speedshift MCT 7 y los 20 kilos de peso que se ha dejado en el camino.

Una transformación de esta envergadura merece una estética a la altura. Como es habitual en AMG, este cambio ha dejado una apariencia agresiva y deportiva sin perder un ápice de elegancia. Como elementos más característicos, destacan los asientos tipo backet en el interior y la eliminación de la fila trasera para ahorrar peso, las entradas de refrigeración y el paragolpes (más anchos y más grandes) el capó con dos pequeñas salidas de ventilación y las llantas aligeradas.

La suspensión ha sido otro aspecto sujeto a cambios y, como ya es tradicional en cualquier Black Series, es de tipo 'coil-over' y permite al conductor realizar su propio set-up para conseguir el ajuste deseado entre firmeza y comodidad. Esto, acompañado de unas barras estabilizadoras más grandes, un diferencial autoblocante que es de serie, discos de freno de hasta 390 mm con pinzas de seis pistones y un ESP totalmente desconectable hacen que la dinámica del C63 AMG Black Series represente un capricho para los sentidos de aquellos clientes que puedan disfrutar habitualmente en los circuitos. A raíz de todos estos cambios, las dimensiones del C63 han sufrido algunos ajustes, sobre todo en cuanto al ancho de vías, que es mayor (crece 40 mm delante y 79 mm detrás) y al tamaño de las aletas, que dejan una carrocería 28 mm más ancha en la parte delantera y otros 42 mm en la parte trasera.

En el habitáculo, dominado por fibra de carbono y Alcántara, lo más característico es la clásica combinación de los colores rojo y negro repartidos por el interior (cinturones de seguridad, volante, costuras de los asientos, etc), los pedales deportivos de aluminio con superficie de goma para evitar resbalones. Como hemos dicho anteriormente, el C 63 AMG Black Series ha prescindido de los asientos traseros para ahorrar peso, pero que ningún padre de familia se preocupe. De forma opcional, AMG podrá volver a instalar los dos asientos individuales en la parte trasera.

AMG pondrá a disposición de los clientes dos paquetes opcionales, uno para mejorar la aerodinámica y otro para mejorar el agarre si la utilización va a ser mayoritariamente en circuito. Éste último, denominado Track Package, incluye neumáticos Dunlop en medidas 255/35 R19 y 285/30 R19 y un radiador específico en la transmisión trasera para conservar sus propiedades en situaciones de exigencia extremas.

El otro pack, denominado AMG Aerodynamics Package, incluye un splitter delantero y un alerón trasero ajustable realizados en fibra de carbono. Ambas soluciones favorecen el empuje del coche hacia el asfalto, con lo que se mejora notablemente la capacidad de agarre.

Sin apenas rivales en el mercado (tan sólo el Nissan GT-R cumple los mismos criterios por carrocería y motor) el C63 AMG Black Series llegará al mercado en Enero de 2012 a un precio que en Alemania superará los 115.000. En España, por tanto, podemos esperar una cifra cercana a los 130.000 euros.