Valladolid

La Audiencia de Valladolid absuelve a los Altés al dudar sobre su intención de engañar a los alumnos

La Audiencia de Valladolid ha absuelto a Ángel Altés y su hija Ana María del delito de estafa del que se les acusaba al considerar que hay dudas sobre su intención de engañar a los alumnos de la Escuela Superior de Ciencias y Técnicas de la Empresa (Escte) de Valladolid, de la que eran administrador único y gerente, respectivamente.

En su fallo, al que ha tenido acceso Europa Press en fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la Audiencia absuelve a los acusados "esencialmente" por aplicación del principio "in dubio pro reo". Padre e hija se enfrentaban a peticiones de entre seis y cuatro años de prisión, además de multas e indemnizaciones que globalmente superaban los 700.000 euros.

Entre los fundamentos del fallo, el Tribunal expresa "diversas e importantes" dudas tras la valoración de la prueba practicada y también respecto a los datos en que se basan las acusaciones para acreditar el engaño, elemento esencial del delito de estafa de la que se les acusaba, que denunciaron alumnos de Administración y Gestión de Empresa que se consideraban engañados por hacerles creer que la titulación que ofertaba la Escuela estaba homologada por la Universidad de Gales.

Así, la sentencia explica que no ha podido llegar a la convicción, sin temor a la duda, de cuál de las versiones contrapuestas en las verdadera, si la de los alumnos con poyo en el testimonio del jefe de Estudios de la Escuela o la de los profesores, que avalan la declaración de los acusados, a los que considera que la duda debe favorecer.

De la misma forma, mantiene dudas sobre la existencia de publicidad intencional por parte de la Escuela para publicitar sus estudios de Gestión de forma engañosa haciendo creer que estaban validados por la Universidad de Gales.

Por otro lado, en cuanto a la homologación, explicó que se llega a la convicción de que los acusados actuaron en la creencia de que iban a obtener la validación para sus estudios de Gestión, en cuanto a la relación de Gales era buena y la Escuela había aportado la documentación con los antecedentes de la validación que ya tenía suscrita con la Institución británica.

En este sentido, el Tribunal concluye que los hechos tienen más entidad de cuestión civil que de un delito de estafa, en cuanto el elemento doloso del engaño que tipifica esta infracción penal estiman que no concurre en la actuación de los Altés. "Podría haber existido una imprudencia de estos por su conducta, pero nunca el dolo propio de la estafa penal", indica la sentencia.

Por lo que se refiere a los cobros en concepto de matrícula en la Universidad de Gales a los alumnos de Gestión, la Audiencia considera que no es normal que si hay ánimo de engaño y de estafa en una conducta presidida por el ánimo de lucro se hubiera cobrado este concepto a unos pocos alumnos y no a todos y además cree que se hubiera hecho en años anteriores, por lo que ve que el "error" es posible.

Estafa de "guante blanco"

En la última sesión del juicio, las acusaciones coincidieron al mantener que los Altés valieron del buen nombre y fama de su familia para cometer una "estafa de guante blanco" desde dicha institución académica, una "trama urdida" que consistía en lograr la matriculación de alumnos en Administración y Gestión de Empresa tras 'vender' a éstos que dicho título estaba reconocido por la Universidad de Gales, cuando en realidad no había más que negociaciones para conseguir dicha validación.

Las tres acusaciones particulares, junto con el Ministerio Fiscal, solicitaron penas de entre seis y cuatro años de prisión para padre e hija en representación de un total de diecisiete antiguos alumnos de la Escte que, según sostuvieron los acusadores, sufrieron no sólo un perjuicio económico o desplazamiento patrimonial sino también un grave revés desde el punto de vista educativo.

El fiscal, en su intervención final, ratificó su convicción de que los dos procesados eran autores de un delito de estafa cualificada ya que "se valieron de artimañas para dar apariencia de legalidad y crear una estructura ficticia que no se ajustaba a la realidad", en referencia a la oferta por parte de la Escte de un doble título, el privado de Administración y Gestión de Empresas "que no interesaba a nadie" y otro por la Universidad de Gales, "verdadero gancho" para atraer a estudiantes que sin haber completado el Bachillerato o superado la Selectividad buscaban un título oficial.