Escapada de luz, color y sabor por la costa valenciana

  • El Desierto de Les Palmes son 2.000 hectáreas de poderosa naturaleza y de gran interés paisajístico, histórico y cultural.
  • Puede seguirse la Ruta del Arroz o la Ruta de la Chufa.
  • En la Comunidad Valenciana, se elabora paella con cualquiera de los ingredientes que el arroz permite: caldoso, negro, con costra, con carne...
Desierto de Les Palmes
Desierto de Les Palmes
FLICKR/kenwood
Desierto de Les Palmes

Viajar por España es un viaje a través de los sentidos, con paisajes, monumentos, colores, olores y sabores únicos, dependiendo del lugar que se visita. Nuestra ruta nos lleva esta vez a la Comunidad Valenciana, un camino que integra luz, color y mucho sabor... y no sólo de paella.

Para los amantes de las mejores rutas que combinan gastronomía y turismo, seguimos la que la Guía Repsol llama la Ruta del Arroz de Valencia, perfecta para los fanáticos del famoso cereal valenciano, que no pueden perderse el proceso de cultivo o una visita al Museo del Arroz.

Otra refrescante opción es la Ruta de la Chufa Valenciana. Tomarse un  delicioso vaso de horchata natural de chufa es una buena excusa para planear una escapada a Alboraya y sus alrededores. Se puede disfrutar de la tierra donde nace este dulce manjar a través de una excursión por los campos de cultivos y pueblos cercanos a Valencia, que revelan lo prodigioso que es este tubérculo.

El Desierto de Les Palmes

No contenta con el inmenso patrimonio arquitectónico que engalana sus calles, la Comunidad Valenciana es además poseedora de espacios naturales incomparables. Por un lado ofrece maravillosas playas de arena fina, auténticos paraísos terrenales perfectamente equipados para no excluir a nadie de su pleno disfrute.

Estas tierras cuentan con parajes emblemáticos, como el Desierto de Les Palmes, que acoge un bello monasterio perteneciente a la orden carmelita. Una serranía litoral que recorre paralela a la costa, 2.000 hectáreas de poderosa naturaleza y de gran interés paisajístico, histórico y cultural. Su desgarradora orografía, donde se alternan escarpados barrancos con planicies y la riqueza de su flora y fauna convierten a este enclave natural en uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana.

Asimismo son interesantes las visitas a las fortalezas que se elevan en tierras levantinas, fruto de la fusión de dos culturas. Una comunión de formas en las que cuesta discernir los rasgos de las dos civilizaciones que las moldearon, la musulmana y la hispana. Dando un buen ejemplo a la humanidad, ambas líneas conviven en armonía, en un claro desafío al devenir de los tiempos. Son imprescindibles las visitas al Castillo de Santa Bárbara en Alicante, La Torre de Calahorra en Elche, el Castillo de Sagunto o el de Peñíscola.

Hay vida más allá de la paella

Si por el algo es conocida la Comunidad Valenciana, es por estar indiscutiblemente asociada a la paella, famosa por ser de las mejores de España, preparada con caracoles, pollo y verduras. En esta región se elabora con cualquiera de los ingredientes que el arroz permite: a la alicantina, caldoso, negro (con tinta de calamar o sepia), con costra (al que se añade huevo), con carne… Y si sustituimos el arroz por fideos, obtendremos una fideuá, también exquisita y muy típica de la zona.

Pero la paella no es el único plato tradicional. Al encontrarse a orillas del Mediterráneo, la Comunidad Valenciana ofrece excelentes pescados como la lubina, la merluza, la dorada, el salmonete, el rape, el mero o la anguila. Y el recetario propone múltiples preparaciones: suquet, asados, a la sal, encebollados, a la naranja, en frituras o en salsa de almendras. También del mar proceden las salazones que se sirven durante el aperitivo en montaditos (como la mojama, la ventresca de atún, la tonyina de sorra) y el esmorzaret alacantí, a base de sardina, huevo frito y ñora.

La oferta se completa con platos como la olleta de músico (con alubias, asadura de cordero, morcilla y pencas de acelgas ); los calamares rellenos, el cocido huertano, el gazpacho de mero y gambas, el giraboix (plato tradicional de Jijona con patatas, huevos cocidos y embutidos) o el suquet de peix que es un guiso de distintos pescados sobre una salsa ligera.

Tres locales muy recomendables

Para disfrutar de la mejor cocina valenciana, la Guía Repsol ha seleccionado tres fantásticas opciones gastronómicas:

Restaurante Ca Sento, Valencia (2 soles Repsol)

De la mano de un maestro del sabor, Raúl Aleixandre ofrece una exquisita ‘Ensalada de frutos de mar’, ‘Rossejat de fideos’ o ‘Ganache de chocolate con helado de caramelo’.

Restaurante Arbequina, Castellón (1 sol Repsol)

Esencialmente mediterráneo gracias al buen hacer de Modesto Fabregat. Son inigualables sus ‘Pulpitos guisados con puré de patatas y bacalao’ y la ‘Pluma ibérica ahumada’.

Restaurante Piripi, Alicante (1 sol Repsol)

Nada más ni nada menos que al mismo nivel que su progenitor, Nou Manolín (1 Sol Repsol). Entre sus platos estrella destaca la ‘Coca de sardinas con fondo de escalibada’, el ‘Arroz con sepionet y alcachofas’ y el ‘Helado de queso fresco y sorbete de frambuesa’.

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