Sevilla

El Centro de Estudios Andaluces publica el tercer volumen de la colección sobre diputados en la II República

El Centro de Estudios Andaluces publica el último volumen de la trilogía 'Diccionario biográfico de los diputados por Andalucía de la Segunda República, 1931-1936' con el trabajo que comprende los apellidos desde la letra 'n' a la 'z', escrito por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla Leandro Álvarez Rey, autor de esta serie editorial.

Según ha informado en una nota el Centro de Estudios Andaluces, el objetivo de la colección es reivindicar el conocimiento de quienes integraron la élite política que representó a Andalucía en las Cortes Republicanas. Un proyecto que, en palabras del autor, traza "un perfil de ese elenco de personas que representaron a nuestra tierra, a los andaluces de los años 30, en las primeras cortes auténticamente democráticas de nuestra historia".

Un proyecto editorial que reivindica, además, la relevancia de Andalucía y de los políticos andaluces durante la España republicana, como demuestra que a comienzos de los años treinta aproximadamente uno de cada cinco españoles era andaluz o residía en alguna de las provincias andaluzas, lo que iba a adjudicarle a Andalucía un papel del primer orden en la política republicana.

Según Álvarez Rey "durante la Segunda República, la región estuvo representada en el Parlamento por un número de diputados mayor que el que enviaban, todas juntas, las actuales comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Murcia, Islas Canarias, Islas Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla".

También lo atestiguan datos relacionados con las responsabilidades ejercidas por los representantes andaluces, 14 fueron ministros, más de 20 fueron subsecretarios, directores generales y altos cargos de la Administración, más de una docena fueron gobernadores civiles, sin citar a aquellos que fueron alcaldes, concejales, presidentes de diputaciones, entre otros.

Respecto al signo de las fuerzas políticas que representaron a los andaluces, esta comunidad se reveló como "uno de los más firmes baluartes del Partido Socialista" —en el que también se incluyen los grupos de la izquierda obrera— que se adjudicaron 102 escaños, el 37 por ciento de las actas disputadas entre 1931 y 1936 en las ocho provincias andaluzas.

Además los partidos agrupados bajo la denominación de la Izquierda Republicana cosecharon 58 actas, el 21 por ciento. Por su parte, el Centro Derecha Republicano sumó 70 escaños, el 25 por ciento del total, mientras que los distintos grupos de derechas obtuvieron resultados más modestos en este período, 47 escaños, que supusieron el 17 por ciento de la representación.

El perfil de los diputados andaluces

Los 300 escaños disputados en Andalucía durante los años treinta fueron ocupados por un total de 219 hombres de diferentes generaciones, con las únicas excepciones de Victoria Kent y María Lejárraga. La mayor parte habían alcanzado la edad madura, tenían entre 40 y 50 años, y a este grupo pertenecían personalidades del momento como Martínez Barrio, el ilustre jurista Jiménez de Azúa o el ministro de Justicia Fernando de los Ríos, entre otros.

También conformaban un grupo numeroso aquellos que no habían cumplido en el momento de su elección los 40 años, como Gabriel Morón, Luis Cordero Bel o Hermenegildo Casas, por citar sólo algunos. Respecto a su nivel socio-profesional, Álvarez Rey sitúa al 70 por ciento de estos diputados dentro de lo que se entendía entonces como "alta clase media", conformada por profesionales liberales, abogados, médicos, farmacéuticos, ingenieros, arquitectos y profesores de Universidad y de Bachillerato.

En el repaso de las vidas de estos representantes políticos, también destaca la feroz represión que recayó sobre este grupo de dirigentes y que el autor cifra en torno al 20 por ciento de los diputados por Andalucía. "Uno de cada cinco diputados andaluces, medio centenar de parlamentarios, fue asesinado en la guerra o en la inmediata posguerra, asesinatos que en su mayoría fueron llevados a cabo por las fuerzas del bando franquista".

Como en el resto de tomos, éste último está compuesto por una completa ficha biográfica de cada diputado, deteniéndose especialmente en su papel en las Cortes y su actividad parlamentaria. Incluye de forma adicional referencias bibliográficas y material gráfico de cada uno de ellos. El nuevo volumen contiene también una adenda con diputados nacidos o residentes en Andalucía electos por circunscripciones no andaluzas.