Porfirio Rubirosa, el último ‘playboy’
No en vano, las andanzas de este bon vivant, casado cinco veces y que se codeó tanto con la flor y nata de la sociedad –amigo de Kennedy, Sinatra, Perón, el rey Faruk, los Rothschild o Rita Hayworth, entre otros– como con el lumpen –fue íntimo de personajes de más que dudosa honorabilidad– su currículo no tiene desperdicio.
Hijo de un militar dominicano reconvertido en diplomático y destinado al París de la Primera Guerra Mundial, de joven vivió el fervor de los años veinte antes de arruinarse. Regresó de polizón a Santo Domingo, se casó con Flor de Oro, hija del dictador Leonidas Trujillo, y se convirtió en embajador de su país.
Divorciado, huyó a Europa y atravesó España en plena guerra para robar joyas. Volvió a casarse cuatro veces, a arruinarse, a enriquecerse y a vivir, hasta que con poco más de 50 años murió a bordo de su Ferrari.
Ninguna amante tuvo un reproche
Flor de Oro: En el libro se cuenta que su primera mujer huyó de la habitación nupcial «al comprobar el tamaño del miembro que la apuntaba».
Zsa Zsa Gabor: La famosa actriz húngara decía que era imposible resistirse ante él. «Sientes que va a romper paredes, derribar montañas, dar la vuelta al mundo para alcanzarte. Es salvaje, impaciente y violento, pero te desea con el corazón. Es tan obstinado que no puedes protestar ni imponerte».