Escayola: señora comodín
Para una estantería, mueble o repisa. Además de un material versátil, es resistente e insonoriza. Son infinitas las posibilidades que ofrece.
La escayola nada tiene que ver con el yeso o el pladur. Más fina y menos porosa, aparte de más barata, la escayola adopta un blanco más intenso y seca antes.
Siempre que se trate de obras interiores, salones, baños y cocinas tienen a su alcance infinitas posibilidades decorativas con este material.
A la hora de ubicarla hay que tener en cuenta que su mayor enemigo es el contacto directo con el agua.
Para que una obra de escayola no reduzca visualmente el espacio, debe pintarse del mismo color que la pared, ganando además en discreción. Admite variadas pinturas y técnicas que le darán aspectos diferentes.
Como, todo envejece
La escayola no tiene por qué ser un material que se estropee antes que otros, aunque hay que cuidarlo. Cubrir con paños decorativos sus baldas más castigadas o limpiarla con una gamuza húmeda pueden ayudar a mantener su estructura durante más tiempo.