Madrid

Diez detenidos este año por suplantar a otros en el examen del carné de conducir

Un agente de la Guardia Civil revisando el DNI de un hombre, durante un examen teórico de conducir.
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La Guardia Civil de Tráfico ha detenido en lo que va de año a diez personas, la mayoría extranjeros, que se hacían pasar por otros aprovechando el parecido físico para realizar el examen de conducir o para recuperar los puntos del carné perdidos por infracciones.

Según ha informado este martes la Dirección General de la Guardia Civil, la mayor parte de los detenidos son ciudadanos de origen chino y subsaharianos, aunque también hay españoles y personas de etnia gitana.

Estos comportamientos delictivos fueron detectados en el centro de exámenes de la Jefatura Provincial de Tráfico de Móstoles, cuando se comprobó que una mujer china se hacía pasar por una compatriota suya en la prueba práctica del examen de conducir.

La Guardia Civil de Tráfico, que había sido avisada de estos delitos, comprobó que nada más terminar y aprobar el examen práctico, la mujer se marchó del centro de Móstoles conduciendo su propio vehículo, por lo que procedió a su detención.

A partir de ese momento, y dado que existían sospechas de que había más personas que suplantaban a otras para realizar los exámenes, se intensificó la vigilancia tanto por parte de la Guardia Civil de Tráfico como por los Funcionarios de la DGT.

El resultado fue que en 2010 se detectaron en la Comunidad de Madrid 17 casos de suplantación en la realización del examen teórico que dieron lugar a la detención de 30 personas y este año ya se han encontrado 6 casos y se ha detenido a 10 personas por el mismo motivo.

Parecido físico

La mayoría de los detenidos son inmigrantes chinos que usan el documento de identidad original de la persona que debe someterse al examen, aprovechando el parecido físico de los orientales o bien ciudadanos de origen subsahariano, especialmente de Guinea Ecuatorial, que suelen falsificar el DNI del que quiere conseguir el carné.

En ambos casos los suplantadores se ofrecen por el método del "boca a boca" a través de empleados de restaurantes o de comercios, en el caso de los chinos, o ente grupos de subsharianos.

Además se han detectado españoles que se hacen pasar por otras personas, generalmente de clase alta, que bien por falta de tiempo o por otras causas captan a gente con rasgos físicos parecidos que se acaban de sacar el carné de conducir hace poco, para que se presenten por ellos a examen.

En estos casos, y dado que existe un cierto parecido físico, los suplantadores utilizan el documento de identidad original de quien debería realizar el examen.

También se han detectado ciudadanos de etnia gitana que se hacen pasar por otros de su misma raza para someterse a la prueba de recuperación de puntos perdidos y que falsifican el documento de identidad de la persona suplantada.

Las investigaciones han permitido descubrir que la persona que se presenta al examen suele cobrar entre 1.000 y 2.000 euros, aunque en otros casos se trata de toxicómanos que se garantizan el suministro de estupefacientes durante un tiempo e incluso, de parados a los que se ofrece trabajo, aunque esta ultima opción no se han podido probar.

Al parecer, el acuerdo no ofrece aprobar el examen en el primer intento, pero siempre garantiza el aprobado.

Delito de falsificación

Una vez descubierto el presunto caso de suplantación, la Guardia Civil de Tráfico procede a detener a la persona que se presenta a examen y después a quien debería haberlo hecho, al que localizan normalmente en su domicilio aunque algunas veces lo encuentran en el Centro de Exámenes, mientras espera el resultado.

Los casos de suplantación se dan en toda España y de hecho, la Guardia Civil ha descubierto a alguno de los que se examinan que, tras ser detenido en Madrid, lo ha intentado en otras provincias.

Los detenidos están acusados de un delito de falsificación de documento público, previsto en el artículo 392 del Código Penal, ya que el impreso que se entrega para la contestación de las preguntas del examen es un documento expedido por un organismo oficial que tiene la consideración de documento público.

El delito se consuma cuando se firma por una persona que no corresponde y por la persona que está en connivencia.

Suplantadores y suplantados se enfrentan a penas de entre seis meses y tres años de prisión , según el artículo 392 del Código Penal.