Valladolid

La prostitución se oculta en pisos de extranjeras

Sólo hace falta echar un vistazo a las páginas de contactos para ver que la prostitución en Valladolid no está en la calle.Latinoamericanas, africanas o de países del Este, las extranjeras encuentran en la prostitución una salida laboral que ejercen desde su casa o compartiendo gastos en pisos relax.

Escenarios sexuales

Los clubes: La mayoría de locales de alterne se ubican en pueblos de la provincia y generan un negocio de muchos millones de euros. Hay 13 clubes en Valladolid, según el último informe de la Guardia Civil, y de un total de 650 trabajadoras –que cambian con frecuencia– sólo 21 eran españolas.

La calle: No es el lugar preferido de este colectivo, que en Valladolid sólo trabaja en el entorno de la carretera de Renedo, con una presencia mayoritaria de travestis y mujeres con problemas de drogodependencia.

Un hábito: El último informe del INE sobre las costumbres sexuales de los españoles refleja que, en Castilla y León, el 23% de los hombres han contratado alguna vez los servicios de una prostituta.

Precios: Cada servicio oscila entre un mínimo de 30 euros por 15 minutos o 75 por una hora, hasta los 250 que demandan algunas profesionales. Si tienen que desplazarse, cobran alrededor de 90 euros a mayores más el precio del taxi.

Tendencias: El trabajo sexual de acompañamiento, salidas a hoteles o en casas de masaje y un aumento del turismo sexual.

Marco jurídico: La prostitución no es ilegal, no está penado, aunque tampoco se reconoce claramente como actividad laboral.

Explotación: La Guardia Civil reconoce que la explotación tiene un carácter «más laboral que sexual», ya que los proxenetas reciben altos porcentajes de dinero a través de contratos.

Derechos  y ciudadanía

Comisiones Obreras celebrará el próximo 5 de abril una jornada sobre las Trabajadoras del sexo y derechos de ciudadanía, un tema «controvertido y que genera contradicciones». Los ponentes hablarán desde perspectivas sociales y jurídicas, se generará el debate, y contarán además con la participación de profesionales del sexo que relatarán su punto de vista basado en la experiencia.

Sin leyes ni penas, abolicionistas

Consideran a la prostituta una víctima y sólo se penaliza a los proxenetas. Proponen abolir cualquier reglamento y acabar con los burdeles. Hay quienes creen que eso no evita nada, sólo llevaría a la clandestinidad.

Aaceptar y controlar reglamentaristas

Creen que es inevitable y hay que aceptarlo. Promueven controles públicos y facilitar el acceso sanitario. En contra, tienen a quienes piensan que se consolida una actividad a costa de la dignidad de las mujeres, en casos forzadas.

Todos delincuentes prohibicionistas

Piden que se sancione penalmente a todas las partes: prostitutas, clientes y proxenetas. No hay víctima, hay delincuentes y vicio. Están en contra quienes creen que se favorece la clandestinidad.