¿Dónde estabas tú el 11-M? (III)
«Estaba en Valencia, aunque soy de Madrid. Hablé con mi hermano y medijo que todos estaban bien, pero por la tarde me enteré de que unprimo nuestro estaba entre los fallecidos».
«Al llegar al colegio vi a mi prima llorando. Me relató un atentadomacabro. Traté de localizar a los familiares y amigos que podían estarallí, angustiada porque el teléfono no funcionaba».
«Vi la tele en la sala de espera del hospital de Getafe, se oían lassirenas de las ambulancias. Después tenía que ir a Atocha en tren, perono tuve más remedio que ir en Metro ».
«Oí a una señora que lo contaba. Fue horroroso, porque mi novio en esosmomentos tenía que estar en el tren camino del trabajo.Afortunadamente, le desalojaron antes».
«Me lo contaron en el trabajo. Mi hija, que había cogido el tren, nocontestaba al teléfono. A la media hora conseguí hablar con ella. Tuvosuerte, subió al tren anterior».
«Pasaban ambulancias y coches de Policía cuando iba a buscar a losniños que cuido. Al llegar al cole, en Atocha, vi a un hombre con lacara y la ropa llena de sangre. No lo podía creer»
«Subí al tren a las siete y cuarto. Nos desalojaron en Príncipe Pío yanunciaron por megafonía que era una orden del Ministerio del Interior.No supe más hasta que vi la televisión».
«Tuvimos que salir y andar por las vías sin saber lo que estabasucediendo. Mi novia iba en otro tren, que iba por la calle Téllez.Viví los peores momento de mi vida».
«Aún recuerdo ese día con miedo. Fui a clase y había compañeros que nopodían contactar con sus familiares. Apenas hubo clases. No he sidocapaz de ver imágenes de ese día».
«Estaba en la cama, oí las sirenas y pensé que era una tragedia.Encendí la radio y la tele, aún no había imágenes. Mi primer impulsofue bajar a ayudar, pero no pude».
«Estaba en Barcelona, a punto de hacer un examen, y me hablaron delatentado. No lograba hablar con mi padre, que trabaja en Atocha. Llamódos horas después. Estaba bien».
«Trabajé de noche y mi padre me despertó. Mi madre hacía transbordo enAtocha y no llevaba móvil. No supimos nada de ella hasta las diez. Pasópor Atocha diez minutos antes».
«Iba en autobús hacia el colegio. Los móviles sonaban. Alguien alza lavoz y da la última hora sobre el horror. Imposible, decíamos todos.Algunos nunca volvieron a clase».
«Estaba de viaje de fin de curso, íbamos de Praga a Budapest en autobúscuando recibí el primer mensaje de Antena 3 en mi móvil, hablaba demuchos muertos y heridos».
«Me enteré cuando aquí eran las 15 h. No podíamos creerlo. A ningúnfamiliar le pasó nada pero la impotencia era tal que no pudimosdisfrutar del viaje».
«Salvé mi vida por una bomba que no estalló. Oí explosiones, el restofueron nervios, pensar en no ser pisoteado, saltar a la vía y salir deAtocha sin saber de qué me había salvado».
«Salí de casa sin saber nada y estuve trabajando hasta las doce de lamañana sin enterarme. Cuando puse la radio del coche tuve que parar, nome lo podía creer».
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