Íntimamente ligada a la historia de los Beatles (John Lennon dijo una vez: "Crecí en Hamburgo, no Liverpool”), la segunda metrópoli más grande de Alemania respira ‘rock and roll’ por los cuatros costados: los lugareños afirman que ninguna ciudad del continente europeo acoge más conciertos por metro cuadrado.
El epicentro de la escena musical y del ocio nocturno de Hamburgo sigue siendo el mismo que cuando la banda de Liverpool llegó a la ciudad portuaria hace más de 50 años, Sankt Pauli. La zona también es conocida por ser uno de los barrios rojos más famosos de Europa y por su intensa vida cultural.
Cuando cae la noche, Sankt Pauli reluce con los letreros de neón de los innumerables bares y clubs nocturnos que programan ‘rock’, ‘techno’, ‘indie o ‘hip hop’, además de restaurantes y locales de ‘striptease’.
Tras las huellas de los Beatles
Todavía hoy siguen abiertos algunos de los clubs en los que los Beatles adquirieron su destreza musical debido a las extenuantes jornadas que, ayudados por el consumo de anfetaminas, se vieron obligados a realizar.
El Indra, que presume de ser el primer local en el que tocaron los de Liverpool cuando llegaron a la ciudad hanseática; o el Kaiserkeller, donde los británicos eran habituales en el otoño de 1960, siguen ofreciendo actuaciones prácticamente a diario. No es extraño ver en ambos locales a devotos de los Fab Four haciéndose las típicas fotos de recuerdo.
La Beatles-Platz, al pie de la Grosse Freiheit, y el Beatlemania Hamburg Museum (12 euros la entrada), son, igualmente, lugares de peregrinación tanto para fanáticos de la banda inglesa como para turistas.
La ‘versión europea’ del South by Southwest
Aunque la importancia del mito de los Beatles en Hamburgo es innegable, la ciudad alemana no vive en la nostalgia, sino que permanece atenta a las últimas tendencias musicales. Cada mes de septiembre, el Reeperbahn Festival toma el centro urbano con una programación amplísima y variada que el año pasado congregó a 20.000 personas.
La peculiaridad del evento es que, al igual que el Festival South by Southwest de Austin, el grueso de las actuaciones se celebra en los pequeños clubs del centro, en contraposición a los grandes certámenes europeos, que normalmente tienen lugar en grandes espacios al aire libre.
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