Las transexuales podrán ingresar en cárceles de mujeres, aunque no se hayan operado
La instrucción, que entró este jueves en vigor, constituye una "acción positiva" para "avanzar en la integración social normalizada, dentro y fuera de los recintos penitenciarios" de las personas transexuales, según se destaca en el texto, emitido por la dirección general de Instituciones Penitenciarias.
Con los preceptivos informes médicos y psicológicos, las personas cuya identidad oficial de sexo no concuerde con su "identidad psico-social de género" podrán solicitar ser ingresadas en el módulo correspondiente a su condición, aunque ello no suponga recibir una nueva identidad jurídica.
Hasta el momento, el criterio para alojar a los transexuales era el de la "identidad sexual aparente", por lo que se tomaba en consideración sus caracteres fisiológicos y su apariencia externa.
Ese criterio, según Instituciones Penitenciarias, abría "espacios de exclusión" para aquellas personas transexuales en las que la identidad psico-social no concordaba todavía con la apariencia física y con el sexo "legal", es decir, que todavía no se habían operado y que, por lo tanto, mantenían en toda su documentación su identidad de varón.
Aunque no se cambie el nombre en la documentación, la instrucción insta a la administración penitenciaria a tratar a la persona transexual con "el nombre adecuado a su identidad de género".
En un comunicado, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT) mostró este jueves su satisfacción por la reubicación de las personas transexuales y destaca el caso de las mujeres porque, apunta, no hay constancia de transexuales masculinos encarcelados.
A su juicio, se trata de un paso "lógico y coherente" con el anuncio de la ley de identidad de género, que permitirá a las personas transexuales cambiar su nombre y sexo en el Registro Civil y en el Documento Nacional de Identidad sin necesidad de haberse sometido a una operación de cambio de sexo.