Desde Qatar ahora nos llegan goles y noticias sobre la violación de los derechos humanos pero lo cierto es que el Emirato siempre ha sido conocido por sus impresionantes joyas y los regalos que los emires han realizado a las monarquías europeas en sus viajes oficiales. Hoy venimos a hablar de los más impresionantes rubíes de Isabel II. Se trata del maravilloso collar de diamantes que el Jeque de Qatar Hamad Al Tahani llevó hasta Londres en su viaje de 1985. Junto a él un par de pendientes haciendo juego igual de impresionantes (en la foto de abajo). Desde entonces la Reina de Inglaterra los lució en numerosas ocasiones, incluida en una visita a Madrid en 1988.
El hecho de que los dos inmensos rubíes rojos queden muy bien con la corona que utilizan los monarcas para la apertura del Parlamento inglés puede ser uno de los motivos que hizo que Isabel II los utilizara en muchas ocasiones para esta cita, una de las más importantes en el calendario político británico.
Además, también combina perfectamente con una de las tiaras más impresionantes de la monarquía inglesa (en la foto de abajo), la de rubíes birmanos. Esta tiara la realizó la casa de joyería Garrad en 1973 a petición de la reina. Los diamantes provenían de una antigua corona británica, mientras que los rubíes eran parte del regalo de bodas del pueblo birmano. Se trataba de 96 piedras, el número exacto que según las tradiciones de Birmania protegían de las supuestas 96 enfermedades que decían, podían afectar al cuerpo humano. Todos estos 96 rubíes se incrustaron en la tiara, asegurando así protección para la Reina. El conjunto que resultaba de la combinación de la tiara Birmana y el collar y pendientes qataríes era sin duda alguna uno de los más impresionantes lucidos nunca por Isabel II.
La tradición de los jeques qataríes de regalar joyas en sus visitas de Estado se ha mantenido y recientemente, en su viaje a Madrid, obsequiaron a Doña Letizia con un espectacular par de pendientes de diamantes que la Reina no dudó en estrenar en la misma cena en honor al Emir y su esposa. Según los especialistas en joyería podrían estar valorados entre los 50.000 y los 100.000 euros según la pureza de las piedras. Por cierto, cabe destacar que las joyas, al igual que todos los regalos recibidos por los Reyes, entran a formar parte de Patrimonio Nacional, ya que desde 2015 y tras su llegada al trono decidió que la Casa Real también cumpliría con la Ley de Transparencia diseñada para los Jefes de Gobierno. Por este motivo todos los años se hacen públicos los regalos recibidos y su destino y utilización.
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