Regalos muy picantes para escapar de la monotonía en San Valentín

San Valentín puede ser la excusa perfecta para detener el tiempo y dedicarle una atención especial al amor. En una sociedad que vive a un ritmo frenético, reservar unos momentos exclusivos para la pareja puede ser, incluso, necesario para mantener el vínculo. "Sabiendo que el amor debería celebrarse cada día de nuestras vidas, no veo mal que se recuerde con San Valentín", señala Valérie Tasso, escritora, sexóloga y embajadora de la marca sueca de objetos de placer de lujo LELO.

Una efeméride que, sin embargo, ya no se entiende como una celebración exclusiva del amor romántico. El 14 de febrero también se festejan otros conceptos como la amistad o la pasión. Y es, precisamente, en este último punto donde más vamos a incidir en las próximas líneas.

El Día de San Valentín es una fecha en la que, normalmente, los restaurantes están al completo porque la mayoría de las parejas reservan una cena romántica a la luz de las velas. Una opción por la que también apuesta esta experta, aunque añade algo más de diversión. "Lo ‘convencional’ no es necesariamente un mal plan. Pero si San Valentín contribuye a añadir chispas, ¡bienvenidas sean! A mucha gente le gusta mezclar lo romántico con algo de morbo. Mi plan favorito (y el de muchas personas) es tener una cita íntima y mezclar la ternura y el cariño con un regalo especial: un juguete erótico, por ejemplo", anima.

"Lo ‘convencional’ no es necesariamente un mal plan. Pero si San Valentín contribuye a añadir chispas, ¡bienvenidas sean!"

"Nadie lo confesará (o sí), pero suele gustar muchísimo porque es toda una declaración de intenciones. Además, este tipo de regalo es una forma de comunicación no verbal que puede ayudar mucho a las parejas cuando no encuentran las palabras adecuadas para hablar de su sexualidad. Con un juguete sexual, no hay ‘no dichos’, no existen los eufemismos", continúa.

Comunicación, base para nuevas experiencias en el sexo

A pesar de que Valérie Tasso reconoce que la rutina no perturba "en exceso" al amor, sí que matiza que la ausencia de nuevos estímulos puede, en ocasiones, afectar al sexo. Para que esto no suceda y la novedad vuelva a estar presente en la relación, la sexóloga invita a la comunicación. "Así de sencillo, así de complejo", confiesa.

"Es increíble la cantidad de parejas que veo en mi consulta a diario que no hablan jamás de sexualidad. El no abordar el tema es el enemigo número uno del sexo. Y suele suceder porque las parejas ‘creen’ que lo saben todo sobre los gustos sexuales del otro, olvidándose de que nuestros gustos cambian con el tiempo", subraya. "No podemos quedarnos anclados en los primeros momentos cuando nos conocimos. Nunca. Así que la novedad empieza siempre con una buena comunicación sobre lo que nos gustaría llevar a la práctica en el sexo", zanja.

"Las parejas ‘creen’ que lo saben todo sobre los gustos sexuales del otro, olvidándose de que nuestros gustos cambian con el tiempo"

Los juguetes eróticos pueden ser los mejores aliados para incorporar nuevas experiencias en las relaciones sexuales. LELO cuenta con una amplia gama de productos que se adaptan a las necesidades y gustos de cada consumidor y, por tanto, pueden convertirse en el regalo más placentero para San Valentín.

Entre su gran abanico, la embajadora de la marca aconseja el masajeador de clítores SILA Cruise para las principiantes. Funciona por la emisión de ondas sónicas y permite encadenar un orgasmo tras otro sin succionar ni irritar el clítoris. "Las reverberaciones no solo se sienten en la parte visible sino también en un 75% de la parte ‘escondida’ de este órgano. El clítoris mide aproximadamente unos 12 centímetros. Lo que vemos es solamente la punta del iceberg", explica.

Aquellas que quieran disfrutar de orgasmos más largos e intensos, pueden optar por SONA 2 Cruise. Funciona igual que el anterior pero añade mayor potencia, ya que reserva un modo adicional para el broche final.

"Para las mujeres muy maduras sexualmente (aquí, no entra la edad sino un perfecto autoconocimiento de la respuesta sexual), recomendaría sin duda dos maravillosos objetos de placer que estimulan tanto el clítoris como el punto G", especifica. Uno de ellos es ENIGMA, que combina el masajeador de clítoris por ondas sónicas con unas pulsaciones suaves en el interior de la vagina. El otro es SORAYA Wave que, diseñado con forma de conejito, estimula tanto el clítoris como el punto G. "Su tecnología Wave Motion reproduce el gesto de los dedos de los amantes más expertos", advierte.

Para parejas, la experta destaca los juguetes Tiani Duo y Tiani 3. "Ambos funcionan de la misma manera: ofrecen una estimulación interna y externa de forma simultánea, y se adaptan a la anatomía de tu cuerpo y la de tu pareja. Mientras la parte más ‘gruesa’ estimula el clítoris, la otra -introducida en la vagina- vibra y también estimula el pene durante la penetración", aclara. Además, los dos disponen de un mando a distancia que "los hacen aún más pícaros", resalta.

"Podría enumerar más objetos, pero no acabaríamos nunca", declara Valérie Tasso, quien recomienda un último objeto; esta vez, apto tanto para mujeres como hombres, así como en pareja, estén experimentados o no. "Se trata de LELO DOT, un estimulador de clítoris que permite descubrir puntos erógenos hasta ahora desconocidos, gracias a una precisión absoluta por su punta fina y su movimiento elíptico", detalla. 

LELO dispone de un sinfín de juguetes sexuales y otros accesorios, como velas que se derriten hasta convertirse en un sedoso aceite para masajes. Todos ellos, pueden cargarse por USB, son totalmente sumergibles y están recubiertos de una silicona de alta calidad ultra suave.

Consenso: fórmula ineludible para el buen sexo

"Incorporar ideas nuevas ‘más picantes’ en las relaciones sexuales fomenta la comunicación tan anhelada en pareja", insiste la sexóloga. "Permite re-descubrir nuestro mapa erótico que puede cambiar con los años, favorece la complicidad en la pareja y, como consecuencia, refuerza la relación", prosigue. A nivel individual, afirma que también "permite conocerse mejor, relajarnos, sentir bienestar y mejorar nuestro humor en general".

Con todo, remarca que para llevar a cabo todas estas prácticas en pareja debe haber consenso: "La sexualidad humana no entiende de lo que es políticamente correcto o no, pero el buen sexo sí entiende de consentimientos y de que las partes que interactúan estén a gusto con lo que hacen". De este modo, y teniendo en cuenta esta premisa ineludible, admite que "lo ‘políticamente correcto’ mata literalmente el sexo". Mantener esta pauta a la larga, elimina un ingrediente esencial a la intimidad: el morbo. "Este es imprescindible porque permite que el sexo no sea tan predecible y alimenta la fantasía que, a su vez, va a avivar el deseo. Sin morbo, es muy difícil disfrutar de nuestra sexualidad de manera plena", concluye.