Viene un otoño complicado, por un mayor impacto en el consumo y en la salud de las empresas tras meses de crisis por el parón del coronavirus. Y las operadoras de telecomunicaciones quieren captar al mayor número de clientes antes de que eso suceda. Por eso, como cabía esperar, algunas de ellas han puesto sobre la mesa agresivos descuentos que apuntan a un calentamiento aún mayor del mercado. Orange y Vodafone han planteado rebajas para prácticamente todo su portfolio de contratos convergentes de fibra y móvil del 50% durante seis meses, aunque ya han asomado los primeros recortes de un año. Telefónica no ha sacado tanta artillería pero sí que ha ido reduciendo tarifas de todo su paquete Fusión y ha introducido otras más orientadas al bajo coste.
Desde que estallara la pandemia y el confinamiento, el sector de las telecos vivió un 'impasse'. Un mercado basado en el 'robo' de clientes entre los diferentes operadores se frenó por completo. Las portabilidades se desplomaron, pero también se mantuvo estable la base de clientes de cada uno de ellos (y sus costes de captación). Sin embargo, el levantamiento del veto en mayo ha llevado a un recrudecimiento de la batalla comercial, ante el temor de que después del verano haya un empeoramiento de las condiciones macroeconómicas.
Dentro de esa tendencia, Orange y Vodafone están siendo las más agresivas. La segunda ha puesto sobre la mesa el primer descuento con un plazo de un año completo. Lo ha hecho con una de sus tarifas móviles ilimitadas, a la que recorta el precio un 40%. Es la primera prueba de un calentamiento que también se ha visto en el resto del portfolio de los británicos, donde han extendido las rebajas a la mitad de la tarifa final durante medio año. En mayo esas propuestas comerciales se alargaban durante la mitad de tiempo. La compañía ya advertía en ese mes que el panorama de precios era "altamente competitivo" en España.
Orange también se ha sumado a esta subida de la temperatura, con motivo del verano. Lo hizo en junio, con el intento por robar el mayor número de clientes posibles con el fútbol. Y lo hace también en julio. Y con el mismo gancho: rebaja a la mitad hasta el año 2021. Es decir, mantiene el plazo de seis meses pero para todos los productos más premium de su primera marca. Pero mete más presión, como sucede en Vodafone, con la tarifa móvil, donde plantea un recorte de precios de doce meses, algo que no se había visto desde la batalla por el fútbol hace algo más de un año. En el caso de la teleco francesa, sus necesidades son mayores, pues el desempeño en el primer semestre de este año ha sido especialmente negativo, con la pérdida de casi 300.000 clientes móviles en portabilidad, ante el avance de las ofertas más 'low cost'. Para defenderse ya ha lanzado la primera propuesta convergente de su 'bajo coste' República Móvil. Es sólo el primer paso.
Hay que recordar que esas rebajas de un año de duración se vieron en lo más duro de la guerra de precios que tuvo lugar en el año 2018, cuando Vodafone decidió abandonar definitivamente el fútbol y sus dos grandes rivales se plantearon como objetivo captar el mayor número de clientes con este contenido premium. En aquellas fechas se llegaron a firmar descuentos a la mitad durante dos años o, incluso, de por vida.
Telefónica, más tarifas
Telefónica ha reducido ligeramente la presión, con rebajas menos intensas -inferiores al 25%- en muchos de los paquetes Fusión después de la reanudación de La Liga (antes trató de captar más frente a Orange). Pero, en su lugar, ha incorporado dos nuevos productos convergentes en Movistar, para los menos interesados por el fútbol -paquete básico de televisión, con cine, series y Disney+- y para los que quieren algo más básico, sin las plataformas audiovisuales. Ambas con descuentos, pero esta segunda más dirigida a un segmento más 'low cost'.
En todos los casos se trata de descuentos que atacan precisamente a un terreno más premium, es decir, paquetes convergentes con líneas ilimitadas o con productos como Netflix o Amazon utilizados como 'gancho'. ¿La razón? Según confirman varias fuentes del mercado, el objetivo no es otro que captar a clientes de alto valor antes de que empiece la nueva 'temporada', que vendrá marcada por una potencial reducción del presupuesto familiar para este tipo de servicios.
El de las telecomunicaciones es un sector altamente competitivo y consolidado, que basa su operativa en el 'robo' de clientes. Así ha sido en los últimos años tras la irrupción en el año 2016 de Másmóvil como el cuarto operador y tras el crecimiento de la rumana Digi. Y así lo está siendo también con la llegada del sexto competidor 'de facto': Euskaltel. Por ahora, el impacto del lanzamiento de su marca nacional Virgin Telco ha sido limitado y los números del mes de junio así lo corroboran (apenas 5.400 portabilidades netas positivas). Pero todo apunta a que habrá más presión, también en el mercado de origen de la compañía vasca, donde Másmóvil ha lanzado su marca específica.
Dar una previsión concreta sobre cómo va a evolucionar el mercado es aventurado, dada la incertidumbre, y si realmente va a haber un fuerte impacto en el consumo durante el último trimestre de este año y los primeros meses de 2021. Telefónica ha sido más optimista en mayo. Su presidente, José María Álvarez-Pallete, defendió que lo peor habría pasado en el ecuador del año para regresar a los niveles precrisis el próximo ejercicio. Otros rivales no son tan positivos y creen que puede haber más problemas tanto en el segmento de empresas, con numerosos cierres y reducción de ingresos medios, como en el residencial. Antes de que esto suceda, las operadoras quieren ganar algo de aire, aunque sea a base de descuentos.
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