
Monasterio de Santa María de Montserrat, Barcelona
Este monasterio se enclava en lo alto de la montaña de Montserrat, a 720 metros sobre el nivel del mar, creando una perfecta armonía entre él y la naturaleza. Es un lugar de visita obligada para cualquier turista, pues alberga multitud de leyendas como la de la aparición de la virgen de Montserrat en el año 880, motivo por el que se levantó el monasterio.
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Monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos
Esta abadía benedictina románica fue construida entre los siglos VII y XVIII y es una de las obras más impresionantes del arte medieval de toda Europa. Destaca su espectacular claustro, donde a través de sus capiteles, se pueden observar distintos episodios de la vida de Jesús. Además, el Cid Campeador pasó por el lugar durante su camino al destierro.
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Monasterio de Santa María de Guadalupe, Cáceres
La construcción de este monasterio tiene su origen en la aparición de la Virgen de Guadalupe a un pastor cacereño. Este levantó una ermita en su honor y, en el año 1337, el rey Alfonso XI decidió ampliarla y construir una iglesia mudéjar, la cual declaró Santuario Real. Se distribuye en una planta de cruz latina y tres naves, crucero, cabecera y ábside poligonal. Además, en su retablo mayor se pueden contemplar esculturas de Jorge Manuel Theotocópuli, hijo de El Greco.
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Monasterio de Yuste, Cáceres
Construido a principios del siglo XV, el Monasterio de Yuste es conocido mundialmente por ser la última morada del Emperador Carlos V. Cuenta con dos claustros, uno de estilo gótico y otro renacentista. Se ubica en un entorno privilegiado que incluye itinerarios naturales y su visita permite descubrir el Cuarto Real, la iglesia y los Claustros.
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Monasterio de Santo Toribio de Liébana, Cantabria
Muy cerca de Potes y circundado por las impresionantes cumbres de los Picos de Europa, el monasterio de Santo Toribio de Liébana es una verdadera maravilla. Entre sus muros se halla lo que se conoce como 'Lignum Crucis', que se dice que es el trozo más grande de la cruz donde murió Jesucristo. De su estructura, el edificio más importante es la iglesia, de estilo gótico, cuya construcción empezó en 1256, aunque se ha remodelado varias veces desde entonces.
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Real monasterio de San Juan de la Peña, Huesca
Situado en una ubicación privilegiada, en mitad del Pirineo Aragonés, el Monasterio de San Juan de la Peña parece estar excavado en la gigantesca roca que lo cubre. Está formado por dos construcciones, el Monasterio Nuevo, del siglo XVII y estilo barroco, y el Monasterio Viejo, del siglo X, de estilo románico. Además, destaca por su impresionante arquitectura romana, los bellos capiteles del claustro y el Panteón Real.
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Monasterio de San Millán de Suso, La Rioja
Su origen procede del centenario eremita llamado Millán que habitó en las cuevas de la sierra de la Demanda. En ese entorno se levantó el monasterio, entre los siglos VI y XI. A día de hoy, mantiene los vestigios de sus inicios, desde las cuevas rupestres donde vivieron los primeros religiosos hasta el primer monasterio visigótico y las sucesivas ampliaciones de estilo mozárabe y románico.
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Monasterio de San Millán de Yuso, La Rioja
Próximo al monasterio de Suso, fue mandado construir en el año 1053 por el rey García Sánchez III de Navarra en estilo románico. Sin embargo, fue demolido en su totalidad y reconstruido en el siglo XVI, en estilo herreriano. De su estructura destacan la sacristía, que es una de las más bonitas de España, la iglesia y el claustro.
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Monasterio de San Julían de Samos, Lugo
La abadía fue fundada por San Martiño de Dumio en el siglo VI. Se encuentra ligada a los grandes centros monásticos de Toledo y dispone de una grandiosa fachada barroca que recuerda a la escalinata de la fachada del Obradoiro de Santiago de Compostela. Es de destacar la sacristía de finales del XVIII y principios del XIX, así como el claustro del padre Feijóo, de finales del siglo XVII.
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Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, Madrid
Fue construido en el siglo XVI entre 1563 y 1584 por orden de Felipe II. Durante la época de finales del siglo XVI fue considerado la Octava Maravilla del Mundo y, actualmente, es Patrimonio Mundial por la UNESCO. Además, constituye un conjunto de edificios en los que, aparte del monasterio, se pueden observar un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca y un colegio.
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Monasterio de San Salvador de Leyre, Navarra
Es uno de los conjuntos monásticos más importantes de España por su relevancia histórica y arquitectónica. De estilo románico, alguno de los edificios que componen el conjunto destacan por pertenecer a un periodo muy temprano de esta arquitectura y por su excelente estado de conservación. Además, en su panteón yacen los primeros monarcas del reino de Pamplona.
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Monasterio de Santes Creus, Tarragona
El monasterio fue fundado en el año 1160, aunque cobró gran relevancia entres los siglos XIII y XIV debido a su estrecha relación con la nobleza y la casa real. Se encuentra a orillas del río Gaià y destaca por contener una arquitectura sólida, grave y austera, reflejando el modelo canónico de los monasterios del Cister.
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