Margarita Álvarez recuerda que la felicidad se trabaja y es compatible con la tristeza

Considerada una de las personas más influyentes de España por la revista Forbes, la nueva protagonista de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica, desvela las premisas para alcanzar la paz interior.

Ofrecido por Telefónica

La felicidad es un concepto muy amplio y subjetivo. Es un estado emocional que tiene un significado distinto para cada persona pero que, sin embargo, es el objetivo prioritario del ser humano. No existe un camino único para alcanzarla y, además, esta viene predeterminada en un 50% por nuestra genética. En la era actual, claramente marcada por la tecnología, el desconocimiento o el mal uso de las redes sociales han interferido negativamente en este sentimiento y, por ello, resulta clave diferenciar entre la vida real y la vida virtual para que nuestra paz interior permanezca intacta.

Margarita Álvarez, autora del libro Deconstruyendo la felicidad y nombrada por la revista Forbes una de las 50 mujeres más poderosas de España, ha estudiado e investigado la relación entre el cerebro, las emociones y la felicidad del ser humano durante casi 18 años y alerta del peligro de confundir este estado con la alegría.

"La felicidad es compatible con la tristeza, los momentos difíciles de la vida, el duelo, la frustración e, incluso, con la ira", defiende la nueva protagonista de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica. En esta entrevista, reconoce que "muchas veces nos frustramos con la idea de que la felicidad consiste en estar siempre bien" y, por ello, afirma que es importante saber que esta sensación está más relacionada con la paz interior o la serenidad con la vida. 

"Colecciono definiciones de felicidad. He oído definiciones de todo tipo", cuenta. Pero, desde su punto de vista, ser feliz tiene tres componentes "esenciales". El primero de ellos es valorar las pequeñas cosas y celebrar lo que nos ocurre; el segundo consiste en tener un significado o sentido de vida; y el tercero trata de cuidar las relaciones sociales. "Son absolutamente fundamentales", asevera.

¿Cómo aprender a ser más felices?

La felicidad se puede trabajar. Aunque un 50% está predeterminada por nuestros genes, la mitad restante se corresponde con las circunstancias que vivimos (10%) y la forma en la que afrontamos lo que nos ocurre (40%). "Nuestro cerebro tiene cierto sesgo negativo pero conocerse a uno mismo sirve para averiguar cuándo nos está jugando una mala pasada", indica.

Margarita Álvarez explica que los pensamientos negativos son más comunes y cotidianos que los positivos y, además, son más intensos y nuestra memoria los recuerda mejor a corto plazo. No obstante, insiste en que "se puede trabajar para entender nuestro cerebro".

En este sentido, desvela que hay dos principios que afectan a la felicidad y que en el mundo digital están especialmente presentes. Se trata de la adaptabilidad y la comparación. El primero hace referencia al modo en que gestionamos tanto los eventos negativos como las circunstancias positivas. "Nos adaptamos de una manera relativamente fácil a ambos y eso hace que cuando conseguimos algo, incluso si llevamos mucho tiempo persiguiéndolo, dejamos de disfrutarlo porque enseguida vamos a por lo siguiente", lamenta. "Por eso es tan necesario parar un segundo y asegurarte de que valoras lo que tienes", destaca.  

"La tecnología es una herramienta que nos ha aportado muchas cosas, entre ellas, conexiones humanas"

Sobre el segundo precepto, señala que la felicidad es "tremendamente subjetiva" y funciona por medio de la comparación. "Nos comparamos constantemente con nuestro entorno y, a veces, nos frustra. En redes sociales, nos perjudica casi siempre porque son un escaparate", advierte haciendo hincapié en cómo daña la autoestima de adolescentes.

Combatir la infelicidad en el mundo digital

"La tecnología es un elemento neutro que ni suma ni resta", declara. "La tecnología es una herramienta que nos ha aportado muchas cosas, entre ellas, conexiones humanas", añade. Por esta razón, matiza que el riesgo reside en cómo la empleamos: "Cuando la utilizamos mal o no sabemos usarla, afecta a la autoestima y genera grandes índices de ansiedad".

"La popularidad se mide ahora en las redes sociales y eso genera una ansiedad enorme. El número de likes o seguidores son 'chutes' de dopamina constante que en la vida real no tienes", detalla. Al vivir las redes sociales como algo tan cercano, puedes confundir ambas realidades y esa distorsión es la que altera nuestro bienestar físico y mental.

Para protegerlo, Margarita Álvarez recuerda que "las redes sociales son un escaparate y no la vida real". A pesar de que sean tan cercanas y accesibles, son una "máquina de marketing" y hay que diferenciar ambas dimensiones, puntualiza. Igualmente, señala que los influencers pueden ayudar a reducir este malestar compartiendo su naturalidad. "La vida de todo el mundo tiene sus picos o sus valles. De hecho, se aprende mucho cuando alguien muestra un momento malo y enseña cómo lo gestiona".

La entrevistada determina que actores, cantantes, deportistas y, en definitiva, celebrities con mucha influencia en las plataformas digitales tienen una responsabilidad con la sociedad. Es decir, deben tener la capacidad de decidir qué quieren mostrar, qué quieren que sus followers aprendan de ellos y cómo quieren impactar en su audiencia. "Lo más conveniente es crear una identidad digital útil y que esta se forje desde la autenticidad", especifica y justifica que lo contrario se traduce en esa incoherencia que desemboca en ansiedad.

El valor de las conexiones humanas

La tecnología, como traslada Margarita Álvarez, "nos ha abierto puertas que no hubiéramos pensado nunca". Nos ha permitido, por ejemplo, estudiar en lugares remotos a donde no podríamos ir de otra manera; conectar con gente que teníamos a miles de kilómetros de distancia; recuperar a personas del pasado… Conexiones que son, precisamente, las que pone en valor la iniciativa de Telefónica.

Margarita Álvarez defiende que la felicidad reside en valorar y cuidar lo que tenemos.
Margarita Álvarez defiende que la felicidad reside en valorar y cuidar lo que tenemos.
TELEFÓNICA

A través de historias que retratan a la perfección la idea de que "cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles", Mejor Conectados resalta el poder de las conexiones humanas. En esta ocasión, se centra en la necesidad del ser humano por relacionarse y lograr la felicidad. "Es el objetivo prioritario", dice. Es por esta razón que insiste en cuidar de aquellas personas que vamos encontrándonos por el camino porque pueden ayudarte a vivir una vida más plena y ser un apoyo contra las adversidades. "Nos pasamos la vida pensando en el futuro y cuántas veces te paras en pensar en lo que tienes ahora. La felicidad va de valorar y cuidar esas relaciones", concluye.

El apartado 'Inspírate' recoge conexiones que hicieron posibles grandes logros de diferentes personalidades como Rafa Nadal, Ferrán Adrià o Teresa Perales. Mientras que 'Aprende' consiste en una serie de pequeñas “clases magistrales” de figuras como Marta Gilart, Iñaki Gabilondo o Amaya Valdemoro que ofrecen, en primera persona, consejos y reflexiones que nos pueden servir de inspiración y aprendizaje para establecer mejores relaciones en nuestro día a día.

"En Telefónica, creemos en un mundo más humano. Un mundo que se mueve gracias al talento de las personas. Por eso apoyamos el talento como mejor sabemos: conectándolo. Mejor Conectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles", ratifica Rafael Fernández de Alarcón, director de Marketing Global de Telefónica.