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¿Un cambio en las reglas del baloncesto para favorecer al Dream Team de EE UU?

De izda a dcha y de arriba a abajo: Barkley, Ewin, Malone, Johnson y Jordan, quinteto titular del Dream Team de 1992 (Sports Illustrated)
Este fin de semana y de una manera que puede pasar totalmente desapercibida, un grupo 20 mandamases del baloncesto FIBA se reúnen en
Pekín para aprobar una serie de cambios en sus competiciones que modificarían sustancialmente algunos aspectos del juego. Eso sí, siempre después de los Juegos, a partir de 2010.

Dos son los cambios básicos propuestos: modificar el dibujo de la zona y ampliar la distancia del triple.

El primero llevaría a crear una zona rectangular como la que se usa en la NBA en vez de la trapezoidal, que es la que se usa ahora mismo en las competiciones internacionales.

¿Qué implica esto? El entrenador de la universidad de Syracuse y miembro del equipo técnico de la selección de EE UU para los Juegos de Pekín, Jim Boeheim, lo explica en declaraciones al diario USA Today: “Probablemente ayudará al equipo de EE UU un poco porque permitirá un poco más de juego en el poste”. Es decir, al disminuir el tamaño de la zona en el poste bajo, los potentes pivots estadounidenses ganan ventaja y pueden jugar más cerca de la canasta.

Triples más lejos

La otra medida llevaría la línea de triples a los 7,2 metros (los 23 pies y 9 pulgadas de la NBA). Es decir, un metro más de los 6,25 del baloncesto FIBA. Este cambio afecta menos a los europeos que ya están en la NBA (Juan Carlos Navarro estuvo a punto de batir el récord de triples en su año de novato y José Manuel Calderón sigue con sus exhibiciones en los play off ) pero le puede quedar un poco lejos a los jugadores de la ligas europeas.

Un tercer paso sería la adopción de una zona debajo del aro en la que no habría personal en ataque. La medida se usó en la ACB y pasó con más pena que gloria. Desde el baloncesto estadounidense se celebra esta posible unificación de reglas. Desde el europeo, directamente, ni se celebra ni se lamenta. Si nos descuidamos, ni nos enteramos.