El Congreso aprueba el proyecto de Ley contra la Violencia en el deporte con la oposición de CiU y ERC
- Los dos partidos catalanes creen que invade las competen
- La ley pretende luchar contra el racismo y la xenofobia en el deporte.
- La semana que viene se debatirán las enmiendas al articulado.
El Congreso emitió 323 votos, 29 a favor de las enmiendas, 287 en contra y 7 abstenciones, por lo que fueron rechazadas.
El plazo para la presentación de enmiendas al articulado terminará la semana que viene y éstas volverán a ser debatidas en el Congreso para su posterior traslado al Senado.
El Proyecto integra en un único texto, actualiza y mejora todas las disposiciones anteriores para establecer una lucha eficaz contra todas estas circunstancias en el deporte.
El Gobierno pretende profundizar en la prevención y reforzar la seguridad de los acontecimientos deportivos, y de forma particular en el fútbol, que son los espectáculos que reúnen las mayores audiencias directas e indirectas.
La ministra Cabrera recordó las medidas de prevención y protección, de localización y control, y de represión y sanción que recoge el Proyecto
Cabrera finalizó su intervención solicitando el respaldo de todos los grupos con la esperanza, "dijo, "de que todos aprobemos una Ley con un mensaje claro y contundente".
"Atentado jurídico al espacio competencial catalán"
Maldonado inició su exposición con la petición de que "se retire y cambie su contenido en general", aludió a la "ambigüedad del articulado" y a que "muchos artículos no acotan el campo de actuación".
"El Gobierno da a entender de una forma muy sibilina que intenta rebajar las competencias de las Comunidades Autónomas" e hizo referencia al artículo 134.1j del Estatuto de Cataluña, que recoge que "la Generalidad tendrá competencia exclusiva en materia deportiva" y en concreto, dijo, en lo que respecta a la prevención de este tipo de actos violentos.
Por tanto, según Maldonado, este Proyecto de Ley "es un atentado jurídico al espacio competencial catalán". "Tiene muchos claroscuros y muchos vacíos".
El portavoz de Ezquerra, Tardá dirigió su discurso en el mismo sentido y precisó que el Proyecto "parte de una premisa equivocada. No trata la violencia como un problema serio y realista".