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Un gol de Baiano sentencia al Villarreal

Fue un triunfo de especial importancia para los de Vigo que de esta forma se quedan con el factor gol a su favor tras haber vencido también en el Madrigal en la primera vuelta (1-2).

Frente a frente había dos rivales directos en la lucha por entrar en Europa, con un Villarreal más español que nunca debido a las bajas del uruguayo Diego Forlán y el argentino Riquelme, pero que en ningún momento le perdió la cara a uno de los mejores equipos como local.

El Celta arrancó sin ritmo y no creó ni una sola ocasión de peligro en la primera media hora ante la meta defendida por Viera -que tardó un minuto en ponerse la gorra por el sol- con un reaparecido Fernando Baiano al que se le notó falto de ritmo en su vuelta a la competición.

Hasta que en el minuto treinta y seis llegó el penalti cometido por Gonzalo a Silva que el delantero brasileño no falló, con un tiro flojo que despistó a Viera.

El brasileño volvía así, al igual que en el enfrentamiento de la primera vuelta, a dejar encarrilado el encuentro para el Celta.

Apenas sin buscarlo, y sin merecerlo, se vio el Celta por delante en el marcador, que a diferencia del último encuentro en casa, frente al Real Madrid, cambió el buen fútbol y las múltiples ocasiones por la racanería con la pelota pero la efectividad ante la portería contraria.

Fernando Vázquez optó, a poco de reanudarse el encuentro, por un cambio de sistema con la entrada en el césped de Roberto Souza, por un flojo Canobbio, para acompañar a Oubiña en el pivote celeste y con ello garantizar un mayor control del balón en el centro ante un "submarino amarillo" tocado en el resultado y en lo anímico, pues lleva todo el 2006 sin conocer la victoria.

El partido, pese a los cambios, siguió siendo aburrido. A falta de diez para el final, ambos entrenadores agotaron cambios, Pellegrini introduciendo a Tacchinardi intentando el todo por el todo, Fernando Vázquez metiendo a Contreras por Larena, renunciando a lo mismo para especular con el resultado.

Sufrimiento del Celta en los minutos finales

Como viene siendo habitual, le tocó sufrir a Celta en esos últimos minutos en los que el Villarreal dispuso de alguna ocasión, la mejor un balón de José Mari en el área chica que Lequi acertó a sacarle de los pies, no sin riesgo, cuando ya disponía a disparar.

Fuero cinco minutos de casi monólogo amarillo, pero con la mejor oportunidad del lado celeste, en las botas de Oubiña, que erró, por poco, un pase de Perera.