Cinco claves para derrotar al FC Barcelona
- El Atlético de Madrid materializó la primera derrota del líder (2-1).
- El centro del campo y la solidez defensiva evitaron la remontada.
- Mal partido en conjunto de los culés y las bajas en defensa se notaron.
"Pretendíamos ahogar al Barça y lo hemos conseguido". Así de contundente se mostraba el entrenador del Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores, después de conseguir aquello con lo que todo equipo sueña: derrotar al mejor equipo del mundo (2-1).
Después de ocho meses y medio (el Barça no perdía desde la penúltima jornada de la pasada temporada), el líder dobló la rodilla en el Vicente Calderón ante un conjunto rojiblanco que ha ganado en solidez y que culminó una semana magnífica, después de haber logrado el pase a la final de la Copa del Rey tras eliminar al Racing el pasado jueves.
Cierto es que algo tuvo que ver la plaga de lesiones y sanciones que castigó a la plantilla azulgrana la pasada semana, ya que a las bajas de Márquez, Piqué, Alves, Abidal y Touré, hubo que añadir la lesión de isquiotibiales que sufrió Keita a los 7 minutos del partido (Pedro le sustituyó).
Pero el partido planteado por los rojiblancos ante el líder fue sencillamente sensacional, lo que le ha convertido en juez y parte de esta Liga (la renta del Barça se ha quedado en dos puntos) y puede dar pistas de cómo jugarle de tú a tú al hexacampeón.
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Efectividad: En el minuto 23, el Atlético vencía al Barça 2-0, con los goles de Forlán y de Simao, el segundo de falta directa. En ese tiempo, destacar una jugada más protagonizada Agüero, en la que pecó de generoso y que pudo significar el tercero (pasó a Forlán en vez de probar a Valdés dentro del área). Al líder no se le perdona: tres ocasiones, dos goles. Importante también tirar a puerta lo mismo que los azulgrana al final del choque (7 ocasiones atléticas, 8 del Barça). - Solidez defensiva: Sólo un error en defensa en todo el partido, que significó el tanto de Zlatan Ibrahimovic tras un error de marca de Perea en un córner. Pese a ello, el colombiano fue el pilar sobre el que se asentó la zaga rojiblanca. Estuvo rapidísimo en todos los cruces, robó y apenas se complicó. Domínguez, Ujfalusi y Antonio López fueron secundarios de lujo y De Gea apenas tuvo ocasiones claras que desbaratar.
- Orden en la media: Si ganarle la posesión al conjunto azulgrana es algo imposible, el antídoto frente a Xavi Hernández e Iniesta está en estrechar el campo y mantener el orden y la sencillez. El doble pivote formado por Tiago y Assunçao fue la receta mágica de Quique para anular la presencia de los 'jugones'. Ambos cimentaron el triunfo atlético en su disciplina y lograron lo impensable: hacer impreciso al equipo más técnico.
El 'resurgir' de Reyes: El sevillano mostró una de sus mejores versiones, implicado desde el minuto uno, y demostró lo importante que puede resultar abrir el campo y jugarle con ganas y rapidez al Barça (asistió a Forlán entre líneas en el primer gol). Junto a Simao, ambos ganaron la espalda a una defensa azulgrana inédita (Jeffren, Puyol, Milito y Maxwell), siempre a pierna cambiada. Jeffren y Maxwell tuvieron que lidiar con los mejores. - Que el Barça tenga un mal día: Es inevitable. A lo anterior y al tema de lesiones, es necesario añadirle el factor suerte y que Messi e Ibrahimovic, entre otros, no tengan su día. No es raro que el argentino desperdicie hasta tres disparos a puerta y que el sueco apenas recibiera balones francos que rematar. Además, chirría ver a Xavi e Iniesta pidiendo perdón por errar pases. Pese a todo, el Barça tuvo el empate a tiro y eso da que pensar.