¿Qué queda del legado de 'Los juegos del hambre' más allá de Jennifer Lawrence?

Jennifer Lawrence dio vida a la rebelde Katniss Everdeen en 'Los juegos del hambre'
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Cuando hace tan solo unos días se anunció que se ponía en marcha una precuela de Los juegos del hambre, una de las preguntas que más surgió fue si alguien realmente se acuerda de Los juegos del hambre, más allá de Jennifer Lawrence y pasados casi 6 años del estreno de su última entrega.

Pues la respuesta es sí, claro que existe todo un legado que va más allá de su protagonista. Si bien Los juegos del hambre no ha contado desde el principio con un fandom a la altura de otras sagas juveniles como Harry Potter o ha experimentado una segunda vida en Internet como Crepúsculo (que todavía puede suceder, quién sabe) lo cierto es que su público nunca ha estado tanto en las películas como en la materia prima de estas, los libros de Suzanne Collins. 

La saga de la autora estadounidense se convirtió en una serie de best-sellers que comenzaron en 2008 y no tardaron en tener su adaptación cinematográfica, solo cuatro años después. Los juegos del hambre tenía varios elementos que le hicieron triunfar muy pronto entre el público más adolescente, dentro de las llamadas novelas young adult

Porque era ciencia ficción distópica pero tenía su parte de carga social, porque era romántica pero siempre conservando su parte más serie y violenta (durante toda la saga es difícil llegar a saber si realmente los personajes se aman o solo lo hacen en favor de la revolución que planean) y sobre todo porque tenía un personaje protagonista lleno de aristas y con el que muchas chicas podían identificarse, salvando las distancias de tener que luchar por su vida, obviamente.

Desde la primera entrega, la elección de Katniss entre Peeta (Josh Hutcherson) o Gale (Liam Hermsworth) fue uno de las grandes cuestiones para los fans
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Katniss Everdeen encajaba a la perfección en el prototipo de chica rebelde, pero lo interesante del personaje era toda las contradicciones que encerraba en su interior: románticas, políticas, morales... Una chica que era muy pronto convertida en mujer y no solo en eso, sino en un reclamo publicitario, una marca, una imagen siempre en entredicho por el resto de personajes (la gente de Panem) pero también por los propios lectores, que no alcanzaban a adivinar sus verdaderas intenciones. 

Jennifer Lawrence, de icono juvenil a estrella reconocida

Para cuando llegó la primera adaptación de las cuatro que tendría la saga (Los juegos del hambre, En llamas y Sinsajo, que fue dividida en dos partes siguiendo el modelo de Harry Potter y las reliquias de la muerte), ya habían pasado dos años de que Suzanne Collins terminase de escribir Sinsajo el cierre final de la trilogía. Y la elegida para dar vida a su protagonista fue Jennifer Lawrence, que acababa de empezar a darse a conocer gracias a pequeñas películas como Winter's Bone o Como locos

Porque a partir de ahí no solo estuvo en Los juegos del hambre, sino también en el reboot de la saga mutante con X-Men: Primera generación o ganando el Oscar con El lado bueno de las cosas. Si Katniss prendía la mecha de la revolución en los libros, Lawrence hacía lo propio con su carrera.

Sin embargo, sería injusto quedarse solo con Jennifer Lawrence (ampliamente beneficiada también por el hecho de que las novelas estuvieran enteramente contadas desde el punto de vista de Katniss) en una saga caracterizada también por sus variopintos personajes. Solo en Los juegos del hambre coincidían estrellas de la talla de Woody Harrelson, Elizabeth Banks, Stanley Tucci o Lenny Kravitz

Pero también caras por entonces desconocidas que hoy en día están tanto o más presentes que la de Lawrence: Jack Quaid (The Boys), Alexander Ludwig (Vikingos) o Amandla Stenberg (El odio que das). Secundarios de lujo a los que había que unir al único que podía hacer frente al carisma de Lawrence con veteranía, Donald Sutherland.

Jack Quaid y Alexander Ludwig eran algunos de los tributos que peleaban con Katniss
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Ha sido precisamente el personaje de este último el que ha hecho que se recupere en gran medida el legado perdido de Los juegos del hambre, el presidente Snow. Collins ha querido recuperar la saga publicando el año pasado Balada de pájaros cantores y serpientes, una novela que ejerce como precuela de la trilogía y está ambientada mucho antes de sus eventos, con un Snow joven y una Panem recientemente construida y con sus décimos Juegos del Hambre. 

Balada de pájaros cantores y serpientes podría ser precisamente el desencadenante de un reinicio de la saga pero hay motivos de sobra para creer que el legado de las películas de Gary Ross y posteriormente Francis Lawrence tuvieron su calado, especialmente entre los jóvenes. 

Buena prueba de ello es que existan eventos que recrean las películas en la vida real, como es el caso de Los Juegos del Hambre que tienen lugar en Colmenar Viejo, Madrid. Una especie de gymkana de rol y estrategia en la que puedes ponerte en la piel de Katniss y el resto de tributos y vivir tus propios Juegos del Hambre, aunque no tengas a gente como Lenny Kravitz y Woody Harrelson al lado aconsejándote.

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