Liga de la Justicia

Liga de la Justicia
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Liga de la Justicia

Lo peor de los malos resultados es cuando parten de buenas ideas. Y, dado que los superhéroes de este filme cuentan, el que menos, con 40 tacos de calendario (Superman y Batman ya tiran para los 80), cualquiera puede suponer que dichas ideas les sobran. Quienes quieran encontrarlas y disfrutar de ellas pueden buscarlas en las viñetas. O, si lo prefieren, en La Liga de la Justicia y Justice League Unlimited, las series de animación creadas por el gran Bruce Timm, y los programas de The CW como The Flash y Arrow. Porque en Liga de la Justicia, la película, encontrará casi exclusivamente una parodia de las mismas, tan marchita y degradada como los colores de su fotografía.      

Tras ver este filme, uno puede sentirse exhausto y dolorido, como si todos los parademonios del siniestro planeta Apokolips le hubieran esperado en el portal de su casa para darle una paliza épica. No por la intensidad de la experiencia, ojo, sino porque la cinta expone sus materiales de una forma tan torpe y tan estruendosa a la vez, que su visionado requiere tanto esfuerzo como el de una de Béla Tarr. Después de la tunda, uno se lame las heridas mientras se pregunta eso de “¿por qué tanto dolor?”. Y lo primero que se le ocurre es que Liga de la Justicia parece ser hija, no ya de dos, sino de mil padres: Zack Snyder, Joss Whedon… y las hordas de ejecutivos del estudio que han terciado en su producción. Para empezar, el anunciado giro de Snyder hacia la ligereza y lo jocoso tras Batman v Superman produce una supina incomodidad, tanto en su presentación de los personajes (imaginemos a Clint Eastwood tratando de imitar al Dustin Hoffman más despendolado y nos haremos una idea) como en lo visual, dado que sus fotogramas ya no aspiran a convertirse en viñetas, sino en escaparates de juguetería llenos de figuritas de acción.

Los añadidos de Whedon podrían aclarar un poco este espesor, si no fuera porque el director suplente se ha molestado tan poco en disimular su estilo (justito en lo formal, brillante en los diálogos: la antítesis de lo snyderiano) que dichos momentos resultan postizos. Y aún quedan por sumar otros despropósitos, bien de nuevo cuño (Ciarán Hinds como villano sin sustancia), bien heredados de filmes anteriores, como el presunto asma de Ben Affleck (si no lo padece, ¿por qué jadea tanto cuando habla?) o esa señora que insiste en hacerse llamar Lois Lane (periodista todoterreno, ganadora del Pulitzer y mujer de rompe y rasga, en general) cuando todos sabemos que su nombre es Amy Adams.  

Como suele ocurrir, Liga de la Justicia presenta algunos rasgos redentores: la calidez de Gal Gadot como Wonder Woman, el desarrollo argumental del Flash de Ezra Miller (o “la supervelocidad como trastorno neurológico”) y los intentos por darle chicha a Cyborg, su patito feo, son algunos de ellos, junto a la inventiva ocasional de sus dos clímax de acción. Y, como pasa a menudo con las malas películas, dichos rayos de esperanza hacen que la abismal calidad del conjunto cause un efecto aún peor. Podemos consolarnos pensando que ninguno de sus dos directores tiene toda la culpa del cataclismo.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Liga de la Justicia
  • Director:

    Zack Snyder

  • Género:

    Acción, Fantasía

  • País:

    EE UU

  • Sinopsis:

    Superman ya no está, y Batman se siente en deuda. Decide, con la ayuda de Wonder Woman, juntar a los vigilantes en la Liga de la Justicia para luchar contra una amenaza alienígena.

  • REPARTO: Amy Adams, Ben Affleck, Henry Cavill, Gal Gadot, Ezra Miller

  • GUIÓN: Chris Terrio, Zack Snyder, Joss Whedon

  • VEREDICTO: Incoherente, sin carisma y llena de costurones: menos mal que los cómics siguen estando ahí.

  • DURACIÓN: 121 min.

  • DISTRIBUIDORA: Warner Bros.

  • ESTRENO: 17/11/2017

  • imdb: https://www.imdb.com/title/tt0974015

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