Muere Antonio Ozores

Tras una larga enfermedad, el actor Antonio Ozores (Burjassot, Valencia, 1928) ha muerto hoy en Madrid a los 81 años. Hermano del director de cine Mariano Ozores y del también actor Jose Luis (fallecido en 1968), el intéprete, dramaturgo y director había intervenido en más de 160 películas, una carrera que arrancó en 1950 con su debut en El último caballo, a las órdenes de Edgar Neville.

Ozores, cuyo último trabajo fue la obra de teatro El último que apague la luz (actualmente en las carteleras madrileñas, protagonizada por su hija Emma), cimentó su fama participando en comedias costumbristas como El fotogénico (1957) y Los tramposos (1959), ambas junto a Tony Leblanc. La maratoniana actividad como director de su hermano Antonio y el auge del destape le llevaron, a lo largo de los años siguientes, a intervenir como secundario en Los energéticos (1979), Los bingueros (del mismo año), Cristóbal Colón, de oficio descubridor (1982) y otros títulos en los cuales su imparable verborrea ofrecía un contrapunto absurdo a la combinación de Andres Pajares y Fernando Esteso con una legión de chicas ligeras de ropa.

Durante los años ochenta, Ozores debutó como director con Los caraduros (1983) y se incorporó al reparto del programa televisivo Un, dos, tres. Sus intervenciones en el show de Chicho Ibáñez Serrador popularizaron su característica muletilla: "¡No, hijo, no!". Su última película como actor fue Pelotazo nacional (1993).

Tras protagonizar las series Taller mecánico (1990) y El sexólogo (1994), de accidentada trayectoria, Antonio Ozores se había retirado de las pantallas, dedicado a escribir y, en sus palabras, "a ejercer de surrealista". Su última intervención frente a las cámaras fue en un sketch del programa Cámera Café (en la imagen). "Ellos me dijeron que apareciera allí y dijera algunas palabras de estas que yo digo mientras todo el reparto se perseguía en ropa interior", recordaba hace dos años sobre la experiencia. "Fue muy divertido.