Un oasis en la medina de Marrakech

  • El hotel Les Borjs de la Kasbah es ideal para una escapada.
  • Céntrico, pequeño y acogedor, tiene una decoración muy cuidada.
  • Con zona de balneario para masajes tradicionales o baños de vapor.
Acogedor patio central del Hotel Les Borjs de la Kasbah.
Acogedor patio central del Hotel Les Borjs de la Kasbah.
J. J.
Acogedor patio central del Hotel Les Borjs de la Kasbah.

Pasar de la vorágine de las callejuelas de la medina de Marrakech al sosiego de un hotel con encanto solo es cuestión de atravesar el arco tumido de ladrillo visto que se erige en la entrada de uno de los más apacibles alojamientos de Marruecos.

Les Borjs de la Kasbah es pequeño pero acogedor hotel, situado a pocos metros del Palacio Real que casi pasa desapercibido en el enjambre de estrechas calles del corazón de Marrakech. Lo que es su día fue un riad (un pequeño palacio tradicional de Marruecos) y seis destartaladas viviendas se ha convertido ahora en un lugar de descanso que trufa la arquitectura tradicional marroquí con las comodidades de un hotel moderno.

Sorprende nada más traspasar la recepción la apacible tranquilidad que se respira en su coqueto patio principal, presidido por el run run de una fuente de mármol adornada con pétalos de flores frescas. Este es el eje del hotel, concebido sobre cuatro patios, desde donde se distribuyen las habitaciones y pequeñas salas de descanso o reunión. Sus 18 habitaciones son todas singulares en tamaño y distribución, decoradas con detalles tradicionales que hacen imposible olvidar dónde estamos.

Decoración artesanal

Sus dueños cuidaron mucho durante la restauración salvaguardar el espíritu árabe morisco, con tanta convicción que muchas de sus paredes, suelos, puertas o celosías fueron construidas con el meticuloso trabajo de varios artesanos. Da fe de ello las decenas de fotos del proceso de reconstrucción del hotel que se exhiben a modo de trofeo en uno de sus pasillos.

Grato alojamiento para pernoctar, aun lo es más como lugar de descanso. La principal zona de relax se aglutina en otro de sus patios, donde se halla la piscina, no precisamente para hacer largos al amanecer, sino más bien para un pequeño chapuzón.

Zona de piscina del Hotel Les Borjs de la Kasbah.

Pero si lo que de verdad queremos es relajarnos, nada como disfrutar de un masaje, el reclamo perfecto del hotel para combinar ocio y placer. La zona de spa se divide en dos. En una torre hexagonal, coronada con una cúpula se encuentra el hammam, para disfrutar de un baño de vapor combinado con un masaje con esencias de eucalipto sobre camilla de mármol. Junto al hammam están las salas de tratamientos, donde se puede recurrir a masajes más tradicionales con diferentes tipos de aceites. Un clásico te a la menta pondrá la guinda para culminar el tiempo dedicado a la relajación física y mental.

Tan cuidada como la oferta del balneario es la cocina que se puede degustar en el restaurante del hotel. Una carta inspirada en los fogones franceses, salpicada de platos típicos marroquíes, y con una buena relación calidad precio.

El hotel está ubicado en uno de los extremos de la medina de Marrakech (a menos de media hora del aeropuerto en taxi). A tan solo 15 minutos a pie desde Les Borjs de la Kasbah -obviando la locura de motos y bicis que comparten calzada con los peatones por las calles de la medina- se encuentran dos lugares de inexcusable visita en la ciudad: la populosa plaza de Jemaa el Fna y el zoco de Marrakech, miríada de callejuelas en las que se respira la esencia de la ciudad.

Ideal para una escapada de fin de semana en vuelos low cost, el hotel Les Borjs de la Kasbah es un pequeño oasis dentro del bullicio de la medina, que nos puede servir también como tranquilo cuartel general para descubrir los secretos de Marrakech y sus alrededores.

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