Virgin Spritz: una delicia sin alcohol

David era uno de aquellos barmans clásicos de pajarita, bigote fino y sonrisa contagiosa. Era vivo, uno de esos tipos simpáticos de Palermo que en los años 50 se enroló en transatlánticos americanos en los que se formó como barman.

Todo su conocimiento lo guardaba celosamente en una libretita roja que llevaba siempre consigo en el bolsillo interior de la chaquetilla y que consultaba ocasionalmente con el fin de recordar ingredientes y proporciones. Lo apuntaba todo, fórmula, fecha, cómo se llamaba el cliente al que se lo preparó; en resumen, eran unas páginas llenas de experiencia y conocimiento mixológico.

Ante todo era un creador y se especializó en hacer increíbles versiones sin alcohol de clásicos. De aquella libretita roja, conseguí una de sus joyas: un delicioso Spritz veneciano sin alcohol. En el Gimlet y en el Dry Martini lo preparamos de la siguiente manera: en una coctelera servimos 2/6 de pomelo rosa (4 Cl.), 2/6 de zumo de arándanos (4 Cl.), 1/6 de zumo de limón (2 Cl.), 1/6 de Bitter sin alcohol (2 Cl.) y lo batimos con energía. Vertemos todo el contenido de la coctelera, hielo incluido, en un vaso bajo y ancho y lo decoramos con pieles o rodajas de naranja.