Esta semana de resaca cinematográfica, con los Oscar todavía coleando, es un buen momento para recordar el número Bacon, un viejo e interesante entretenimiento con el que los más y los menos cinéfilos pueden ejercer la procastinación.
En 1929, el escritor húngaro Frigyes Karinthy expuso la teoría de los seis grados de separación, según la cual cualquier persona del planeta está conectado con cualquier otra a través de una cadena de conocidos de no más de cinco intermediarios.
La teoría, también llamada "el problema del pequeño mundo", fue usada por el departamento de ciencias de la Universidad de Virginia para crear el Oráculo de Bacon. Se trata de un juego-experimento que demuestra que cualquier actor o actriz puede relacionarse con Kevin Bacon en menos de seis pasos.
Posteriormente extendieron el pasatiempo y ya puede buscarse la relación entre dos actores cualquiera en función de las personas con las que han trabajado. Por ejemplo, ¿cuántos pasos hay entre la recién oscarizada Penélope Cruz y un mito como Marilyn Monroe? Tan sólo tres: Marilyn trabajó con Jeff Corey en el musical The Shocking Miss Pilgrim, éste trabajó con Kevin Dunn en Beethoven 2 y, finalmente, Dunn trabajó con Pe en Vicky Cristina Barcelona.
¿Y qué relación hay entre dos personajes tan dispares como Chiquito de la Calzada y Charles Chaplin? Podría pensarse que es imposible relacionarlos, pero no. El mundo es un pañuelo, y el cinematográfico mucho más.
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