La edad media de los ludópatas baja de los 35 a los 18 años tras la legalización del juego 'online'

El juego utiliza un sistema de señales que se colocan en la parte superior del ordenador para transmitir los pilares fundamentales de la estrategia.
El juego utiliza un sistema de señales que se colocan en la parte superior del ordenador para transmitir los pilares fundamentales de la estrategia.
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El juego utiliza un sistema de señales que se colocan en la parte superior del ordenador para transmitir los pilares fundamentales de la estrategia.

Agobiados por las deudas, con el agua al cuello, sin trabajo y alejados de su familia son algunas de las situaciones extremas en las que muchos españoles se encuentran como consecuencia de la adicción a los juegos de azar. "Es una situación más dramática y lamentable de lo que parece", explica Antonio (nombre ficticio), paciente y voluntario de la Asociación Madrileña de Jugadores en Rehabilitación (Amajer).

Con sus 62 años de edad y más de 17 consecutivos en terapia, Antonio recuerda sus inicios jugándose a las cartas y a los cromos "el dinero que, por aquel entonces, te daba tu padre para pasar el domingo". "Empecé a jugar cuando era un niño, pensando que era una cosa sin importancia, pero ahora miro hacia atrás y pienso: ya apuntaba maneras", declara arrepentido porque —dice— "el jugador es el tío más embustero que existe en el mundo: tienes que mentir por obligación para justificar tiempo y dinero sin argumentos".

El perfil de edad más representativo de jugador, si hace unos años era de un hombre casado entre los 35 y 45 años, "actualmente a las asociaciones de todo el país están llegando sobre todo casos de jóvenes entre 18 y 25 años, estudiantes o parados sin responsabilidades familiares", exponen desde la Federación Española de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Fejar). La irrupción de las nuevas tecnologías en el sector, la legalización del juego online en 2012 y el aumento de oferta y patrocionio de las casas de apuestas ha provocando que, desde hace cinco años, haya un auge de la ludopatía entre gente joven, incluso entre adolescentes.

"Todo empieza con el primer móvil"

"La diferencia entre adolescentes y adultos es la tipología del juego. El juego online es una nueva tendencia que está apareciendo en la mayoría de las casas, donde no hay mucha información al respecto y los padres no saben cuáles son las limitaciones que tienen que imponer", explica Eduardo Torres, terapeuta de la Clínica de Psicología Centta de Madrid. "El mal uso de las nuevas tecnologías —empezando por Whatsapp y las redes sociales— es un factor de riesgo para desarrollar una ludopatía", agrega.

En la sociedad actual juego a través de un ordenador predomina por encima de casinos, bingos o máquinas tragaperras pero "al final el problema no son los juegos, sino como se utilizan", manifiesta Torres y concreta que "todo empieza en el momento en que le compran el primer móvil o la primera consola, a los 14 años".

Según el informe trimestral que publica la Dirección General de Ordenación (DGO) del juego, el número de usuarios online registrados activos en España durante el primer trimestre —de enero a marzo— de 2016 (media de los usuarios registrados activos en cada mes) alcanzó los 550.452, lo que supone un incremento del 6,84% respecto al trimestre anterior —de octubre a diciembre de 2015— , y del 40,05% respecto al mismo trimestre de 2015.

"Ahora hay un problema bastante grave con el juego porque antes ibas a jugar y siempre te veía alguien, te encontrabas a gente del barrio en el bingo y tenías que huír donde pensabas que no te iban a ver. Ahora esto no es problema: te encierras en tu habitación, entras en internet, metes el número de tu tarjeta y ya puedes jugar en los casinos virtuales. Con las apuestas 'online' es así de fácil", expone sorprendido el voluntario de Amajer.

Asimismo, el psicólogo de Centta señala que "pudiendo jugar desde casa se produce un aislamiento más peligroso porque no hay ninguna presión externa que empuje al individuo a salir y relacionarse, salvo los seres queridos o la familia, en caso de que se den cuenta".

"Un problema de control de impulsos"

Los ludópatas suelen tener un perfil común: la mayoría padecen problemas para gestionar emociones, son tímidos y tienen relaciones sociales bastante pobres partiendo de la base de que las relaciones familiares son complicadas. En el perfil del adolescente la familia es un factor clave. Cuando el adolescente convive en un ambiente familiar difícil —con problemas personales entre los progenitores o con poca atención por su parte— termina por aislarse y recluirse en el juego.

La ludopatía puede relacionarse con otros trastornos de personalidad, pero la característica principal es que son muy impulsivos y se dejan llevar por las emociones. "El juego es un problema de control de impulsos", dictamina Eduardo Torres. Todo lo que rodea al jugador y fomenta su impulsividad es mucho más adictivo para ellos. Por este motivo, el terapeuta cree que los juegos que más facilidad presentan a la hora de enganchar a los adolescentes son aquellos que "conllevan estímulos visuales" y fomentan la inmediatez, el "apueste ahora".

Sin embargo, Antonio explica que "cada jugador se especializa en el juego que más le gusta" pero "no cabe la menor duda que si le quitan ese, se engancharía a otro diferente". "Todos hemos dicho: 'esto lo controlo yo, es la última vez que juego', pero te lleva a su terreno una y otra vez. Por eso hay que buscar ayuda pero también hay que querer salir", finaliza el ex ludópata.

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