"La adicción a las nuevas tecnologías resta importancia al ocio, charlar o salir con amigos"

  • Psicólogos especialistas en el trastorno definen a los afectados como "personas que tienen autoestima baja" y "dificultad relacional".
  • Los casos más graves suelen darse cuando trasladan el juego a la realidad.
  • El 66,7% de los adolescentes entre 10 y 15 años ya tiene teléfono móvil propio.
  • "Desde que nace, se le pone al bebé el móvil, la tablet o la televisión con los dibujos animados y esto no favorece a la maduración de los circuitos cerebrales".
Abrir los ojos y mirar el móvil o la tableta. Éste es el despertar de muchos españoles, especialmente los jóvenes de hoy.
Abrir los ojos y mirar el móvil o la tableta. Éste es el despertar de muchos españoles, especialmente los jóvenes de hoy.
GTRES
Abrir los ojos y mirar el móvil o la tableta. Éste es el despertar de muchos españoles, especialmente los jóvenes de hoy.

Obesidad, disminución del rendimiento académico y de la atención, aumento de los conflictos sociales y familiares, deterioro de la comunicación, aislamiento o abandono de las responsabilidades. Estas son las consecuencias que tiene el uso incontrolado de las nuevas tecnologías, a las que pueden sumarse el insomnio, el ánimo disfórico —tristeza— o la irritabilidad, en los casos más extremos, que ponen en riesgo su salud y sus relaciones.

Abusar del teléfono móvil, de internet, de los videojuegos e incluso de las redes sociales puede diagnosticarse como adicción si se cumplen cuatro importantes factores: la necesidad de utilizar cada vez más los dispositivos tecnológicos; el síndrome de abstinencia, que cuando se prohíbe el uso se produzca una reacción psicológica contraria; una pérdida de control elevada, que intente reducir el tiempo que está conectado y que no pueda; y la pérdida de interés por realizar otras actividades de ocio.

José Álvarez, psicólogo y especialista en el tratamiento de adicciones de la Asociación Mentes Abiertas, explica que "si no hay tolerancia ni síndrome de abstinencia no sería adicción sino un uso abusivo, un paso previo".

"Si se levanta y lo primero que hace es conectarse a su teléfono móvil o internet, si empieza a descuidar las redes sociales, si tiene muchos cambios de humor y estados de ánimo irritables o genera conflictos la regulación del tiempo que puede estar conectado a internet" son algunas de las primeras señales que advierten de que algo está pasando.

En los casos más extremos, hay personas para los que "el resto de cosas de la vida deja de tener importancia. Normalmente la adicción esconde o tapa algún tipo de carencia y el momento en el que nos encontramos, con tanto desarrollo tecnológico, lo fomenta". El psicólogo matiza que hay personas que "además de padecer otras enfermedades como depresión, adicción al trabajo, ludopatía o dificultad para controlar impulsos, incorporan el uso de las tecnologías para incrementar su problema",  sobre todo en las personas adultas".

"Buscan sensaciones nuevas"

Por su parte, la adicción a las nuevas tecnologías a través de los videojuegos tiene un papel importante, sobre todo en los adolescentes. Uno de cada tres hogares cuenta con, al menos, una videoconsola y el 22,5% de la población se declara jugadora. Los casos más graves, muchas veces son los que trasladan el juego a la realidad. José Álvarez relata el peor comportamiento: "Te creas un personaje y en las situaciones más extremas, se produce una pérdida de identidad o de realidad. El resto de cosas deja de ser importantes: salir al parque, quedar con amigos o tener una charla cara a cara con otra persona".

"Al final esta adicción no es distinta a otra. Todos los adictos buscan cubrir sensaciones displancenteras con una satisfacción inmediata y cuando más inmediata es, más fácil es crear adicción", comenta Pedro Gómez, coordinador de la Clínica especializada en Adicciones, Psicología y Salud Mental en Madrid (INTAD).

Con tanto desarrollo tecnológico, estar expuestos durante mucho tiempo y desde muy pequeños a los estímulos de las pantallas y los videojuegos se ha convertido en habitual y el problema es que "Internet está muy bien diseñado para poder engancharte. Como dice un anuncio publicitario 'A través de Internet lo tienes todo' y la publicidad es causante de muchas adicciones".

Quienes se sienten atraídos por la Adicción a las Nuevas Tecnologías suelen ser personas con baja tolerancia a la frustración, bastante impulsivas y con pocas o escasas habilidades para gestionar los estados emocionales. "Buscan sensaciones nuevas y hay una intolerancia a estímulos displacenteros. También se relaciona con la autoestima baja", aclara el psicólogo de Mentes Abiertas.

Gómez está de acuerdo con Álvarez y especifica que "Tenemos temor a que el otro pueda descubrir nuestros fallos y con las redes puedes crear un señor a tu medida que siempre va a ser aceptado. Buscan la aceptación total y esta es la manera más facil para ellos, pero es una fantasía que no cubre todas las necesidades".

Los hombres y los adolescentes son más adictos

La utilización de diferentes tecnologías a la vez que hace que la atención se disperse y esto disminuye la capacidad de centralizarla y el rendimiento académico.

"Hace 5 o 6 años no teníamos la posibilidad de tener en el móvil un pequeño ordenador. Ahora, desde que nace, se le pone al bebé el móvil, la tablet o la televisión con los dibujos animados (o los tres a la vez) y esto no favorece a la maduración de los circuitos cerebrales, que están implicados en la dirección y sostenimiento de la atención, de la manera necesaria".

"Cada vez se compra teléfonos móviles con edades más tiernas". El 66,7% de los adolescentes entre 10 y 15 años ya tiene teléfono móvil propio —según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación en los hogares de 2015—  y son los jóvenes entre 16 y 24 años son los que más tiempo pasan "enganchados" al smartphone, una media de 3,4 horas diarias, según el estudio global 'Connected Life'.

Asimismo, el coordinador de INTAD manifiesta que "las nuevas tecnologías están incidiendo más en los jóvenes a consecuencia del contexto social" sin embargo dice que "las adicciones más clásicas siguen estando presentes en personas más maduras por una cuestión generacional".

En cuanto a la diferenciación de sexos, los hombres suelen tener más problemas con las adicciones, según las estadísticas. "Supuestamente es porque tienen más dificultad para controlar los impulsos", expone José Álvarez a lo que Pedro Gómez aclara que "es por el estigma social. El rechazo social es mucho mayor en las mujeres. Sigue habiendo una discriminación de género y ellas lo ocultan más".

Whatsapp, una revolución para el aumento de los casos

A pesar de todo, todavía no existe un acuerdo entre los diferentes diagnósticos para determinar cuando se está hablando de adicción a las nuevas tecnologías o abuso de las mismas cuando se abarcan otros ámbitos de menor proyección.

El especialista en adicciones, José Álvarez pone como ejemplo (entre otras apps) a la aplicación más conocida de mensajería instantánea entre los teléfonos móviles, WhatsApp, y dice que ha supuesto "una revolución para el aumento de los casos de adicción y los problemas relacionados con la capacidad de estar conectados".

De todos modos, al ser todavía poco conocido el mundo de las aplicaciones móviles, en lo que a su uso respecta "no hay criterios claros para la comunidad científica que determinen qué es lo problemático y desde qué límites puede considerarse trastorno aunque el exceso de tiempo dedicado a estas actividades quita protagonismo a otras actividades que permiten que vayamos creciendo y desarrollándonos de una manera más sana".

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