Más de la mitad de los españoles ha utilizado el consumo colaborativo, también para viajar

  • Un estudio de la OCU muestra la creciente familiaridad de los consumidores con el consumo colaborativo y el amplio nivel de satisfacción.
  • Se apuesta por este tipo de compra para ahorrar, ganar dinero o por ser la forma que mejor se adapta a sus necesidades.
  • Más del 69% de los españoles considera muy probable repetir la experiencia.
Consumo colaborativo.
Consumo colaborativo.
CAPEANDO LA CRISIS
Consumo colaborativo.

El turista ha dejado de ser un consumidor pasivo para convertirse en activo. Aquellos que son nativos digitales se convierten en productores de contenidos y de tendencia. Del consumo colaborativo nace el turista colaborativo, que reserva sus viajes online y entiende el móvil como una prolongación imprescindible. El consumo colaborativo ya estaba entre nosotros, pero las nuevas tecnologías le han dado nueva savia. Básicamente, consumo colaborativo es la manera tradicional de compartir, intercambiar, alquilar o prestar redefinida a través de la tecnología moderna y las redes sociales.

Ha supuesto un shock para el sector turístico, como lo hizo la llegada de Internet, pero es, sin duda, un fenómeno en alza e imparable. De hecho, según la encuesta de satisfacción de economía colaborativa elaborada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), más del 50% de los consumidores españoles han participado en diferentes formas de consumo colaborativo alguna vez en la vida, cifra que aumenta hasta el 74% si se incluyen la compra-venta o donación de objetos de segunda mano.

El estudio muestra la creciente familiaridad de los consumidores con las distintas formas de consumo colaborativo y el amplio nivel de satisfacción entre los usuarios. En concreto, existe un alto grado de satisfacción de los usuarios tanto con el funcionamiento y prestaciones de las plataformas elegidas como con la experiencia en su conjunto.

Por ello, más del 69% de los entrevistados considera muy probable repetir la experiencia. Además, el grado de satisfacción para los consumidores no muestra diferencias significativas se haya hecho el contacto de forma online o de modo tradicional. No obstante, aunque se tiende a pensar que el consumo colaborativo se desarrolla a través de Internet, la participación en este tipo de iniciativas a través de familiares o amigos prevalece más de lo que parece.

Los consumidores se decantan por este tipo de compra para ahorrar, ganar dinero o por ser la forma que mejor se adapta a sus necesidades, mientras que los encuestados que declaran no haber probado ninguna forma de consumo colaborativo es por desconocimiento o falta de ocasión. Solo el 17% muestran desconfianza y el 12% cree que es una iniciativa complicada o que no garantizan lo suficiente los derechos de los consumidores.

Escasos problemas y de poca gravedad

Los problemas que se han reportado por parte de los encuestados son escasos y de poca gravedad. Además, los consumidores afectados no reclamaron y son pocos los que expresaron su descontento de manera privada y aún menos los que intentaron llegar a un acuerdo con la otra parte. El no llegar a un acuerdo con la otra parte junto a la práctica inexistencia de reclamaciones formales es lo que lleva a OCU a seguir reclamando una regulación más clara y mecanismos más eficaces de solución de conflictos, no solo para proteger a los consumidores sino como forma de zanjar críticas interesadas contra un modelo que es útil y satisfactorio.

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