Ten más ojo: llevar unas gafas de sol de baja calidad implica muchos riesgos para tu vista

  • Heridas en la córnea, jaquecas e incluso cáncer en la piel de los párpados son algunas de las consecuencias.
  • Los problemas oculares aumentan hasta un 25% en la época estival.
  • En los últimos años ha crecido la incidencia de cataratas en población joven.
Una pareja porta sus gafas de sol mientras disfruta de un atardecer en la playa.
Una pareja porta sus gafas de sol mientras disfruta de un atardecer en la playa.
GTRES
Una pareja porta sus gafas de sol mientras disfruta de un atardecer en la playa.

No llevar unas gafas adecuadas, una buena protección para el sol, implica riesgos… no para tu imagen, sino para tu salud. ¿Los asumes cuando compras unas gafas baratas en una tienda de ropa o un mercadillo? Heridas en la córnea, jaquecas e incluso cáncer en la piel de los párpados son algunas de las consecuencias de exponer nuestros ojos al sol sin la protección adecuada.

Desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optomestristas (CGCOO) advierten de los riesgos que implica el uso de este producto sin certificación de calidad alguna y lamentan la falta de concienciación social a este respecto. “Si no puedes llevar unas gafas de sol de buena calidad mejor no te pongas ninguna”, resume su portavoz Gema Yunta. Y añade: "La sociedad mira las gafas de sol como un complemento de moda y no como un protector para sus ojos".

De ese modo, la gente compra gafas de sol en mercadillos y al final no acude a un establecimiento sanitario de óptica. Pero unas gafas adecuadas no tienen por qué ser caras. No llevar la protección adecuada sin duda lo será. "Llevar una buena gafa de sol no significa gastarse un dinero exagerado. No tenemos que invertir 100 euros", aclara Yunta.

Según un reciente estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), los problemas oculares aumentan hasta un 25% en la época estival. De hecho, en los últimos años ha crecido la incidencia de cataratas en población joven y el número de tumores en la piel de los párpados. Fotoqueratitis (heridas en córnea), edema de párpados, queratoconjuntivitis, dolores de cabeza y jaquecas son algunos de los primeros problemas que aparecen después de una exposición excesiva a la luz del sol.

Más allá del sol, los problemas se complican por los baños frecuentes en el agua de la playa, "llena de impurezas", según detalla Yunta, y en piscinas con altos niveles de cloro. "En la montaña, la baja humedad y el calor contribuyen a aumentar la evaporación de las lágrimas, resecando el ojo y ocasionando picores, ardor, visión borrosa, sensibilidad a la luz y sensación de arenilla en el ojo. Por todo ello, conviene tomar ciertas precauciones y visitar al óptico-optometrista", añade Juan Carlos Martínez Moral, presidente del CGCOO.

El funcionamiento natural de nuestros ojos hace que nuestras pupilas se cierren y se hagan pequeñas ante el exceso de luz. Sin embargo, si empleamos unas gafas de sol oscuras y sin filtros "engañamos al ojo", que no terminará de adaptarse y permitirá una entrada de luz mucho mayor, ejemplifica Yunta.

Cuida tus ojos en verano: algunos consejos

  • Mejor gafas de sol polarizadas, pues, al poseer un filtro especial, consiguen bloquear la luz y ofrecen una visión cómoda y libre de reflejos.
  • Las lágrimas artificiales logran refrescar y calmar las molestias leves.
  • En la piscina, unas simples gafas de natación ayudan a evitar infecciones.
  • Comprobar la posible fotosensibilidad a cualquier medicamento ingerido.
  • Y un sombrero o gorra y un fotoprotector para escudar la piel.
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