Arte urbano: los artistas toman las calles de la ciudad

  • Va un paso más allá del 'graffiti' dotando al soporte de un mensaje.
  • En muchas ciudades hay recorridos guiados por las obras más destacadas.
  • El colectivo Boa Mistura en Madrid y Barcelona ha escrito versos en los pasos de peatones para humanizar la ciudad.
  • Gonzalo Borondo usa las paredes de edificios como lienzos.
Boa Mistura, una explosión de color en la ciudad.
Boa Mistura, una explosión de color en la ciudad.
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Boa Mistura, una explosión de color en la ciudad.

Mucho más aceptado que el graffiti convencional, el Street Art nos acerca a diversas disciplinas plásticas y se ha convertido en todo un fenómeno. El arte urbano va un paso más allá del graffiti dotando al soporte en el que se realiza de un mensaje, una expresión, una interacción entre los elementos urbanos y sus creaciones.

El Street Art está en eso, en la calle, fuera de museos y salas de exposiciones, en cualquier rincón de cualquier ciudad. En muchas ciudades ya se realizan recorridos guiados a través de sus obras más destacadas, promocionando una forma de turismo en crecimiento.

No es algo. Las intervenciones de los artistas en la “realidad” fuera de galerías y museos comenzaron en los 60. Por ejemplo, Agustín Ibarrola pintó el Bosque de Oma haciendo que, según la perspectiva que tomemos, veamos líneas de colores o figuras (anamorfosis). También creo sus famosos Cubos de la Memoria en el puerto de Llanes, bloques de hormigón pintados con numerosos colores y patrones.

Cualquier soporte urbano vale. Recientemente, el colectivo Boa Mistura en Madrid y Barcelona ha escrito versos en los pasos de peatones para humanizar las ciudades. Mucha gente organizaba tours para encontrarlos todos y fotografiarlos. También Boa Mistura transforma edificaciones en desuso. A los antiguos nidos de ametralladora de las playas de Sa Rápita y Es Trenc, que se construyeron como defensa durante la II Guerra Mundial, les pintó de blanco y añadió versos de Miquel Costa i Llobera.

Otros artistas usan las paredes de edificios como lienzos. Es el caso de Gonzalo Borondo que, a través de sus murales, nos transmite la impresión de que un gigante ha tomado los pinceles y ha creado cuadros melancólicos en los edificios.

Pero no solamente se trata de pintar. Fundas de ganchillo para los árboles o los bolardos de las calles pintados han llenado de color diferentes ciudades españolas. Se trata en definitiva de callejear cámara en mano, de investigar, de descubrir las ciudades desde un punto de vista diferente y vivir el arte fuera de los museos. Turismo cultural al alcance de todos.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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