Aceite de oliva, el fruto natural de la Sierra de Cazorla

El Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, el más extenso de España, es un enorme pulmón verde situado al este de Jaén con más de 214.000 hectáreas de extensión, una quinta parte del territorio provincial. La primavera, junto al otoño, es la estación más adecuada para disfrutar de su encanto.

A las puertas de Cazorla se extiende una campiña ancha, alomada y ondulante donde crecen los olivos. En Jaén hay más de setenta millones de olivos. Las aceitunas de más del 90% de estos árboles pertenecen a la variedad picual, la más común en España.

Aquí los olivos ofrecen, además de la picual, otra variedad autóctona, la royal. Su aceite es de un color amarillento y pálido. Su sabor es afrutado y almendrado, de modo que el amargor y el picor se ocultan casi por completo.

El aceite de oliva virgen extra es la base de la mayor parte de los platos tradicionales de la comarca de la Sierra de Cazorla. Ejemplos son los platos de cuchara como los potajes de espinacas y garbanzos o las migas pastoriles compiten en sabor con sopas frías veraniegas como el gazpacho o el ajo blanco.

Las carnes de caza constituyen un componente irrenunciable de la cocina local. Postres de origen árabe y licores de hierbas destiladas no faltan nunca en la mesa.

Es habitual en todos los pueblos de la Sierra encontrar artesanos que elaboran productos relacionados con el corcho y las maderas de pino y olivo, el esparto, la cerámica y la alfarería.

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!