El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la cabeza y el cuello

  • Este viernes se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil.
  • El maltrato, abuso o explotación sexual es sufrido por entre el 15 y el 20% de niños y adolescentes en España, segúna la FAPMI.
Niños pequeños en el colegio.
Niños pequeños en el colegio.
GTRES
Niños pequeños en el colegio.

El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la zona de la cabeza o el cuello y el 10% en la cavidad oral, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM).

El maltrato, abuso o explotación sexual es sufrido por entre el 15 y 20 % de los niños y adolescentes de España, según datos de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI).

Ante la celebración este viernes del Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, SECOM y FAPMI han elaborado un decálogo conjunto de consejos para poder detectar este problema.

Ambas organizaciones recuerdan que puede haber maltrato por negligencia cuando el menor está desatendido o por agresión física o sexual, siendo esto último lo más frecuente y a la vez lo más difícil de diagnosticar, ya que "se encubre muchas veces".

Uno de los principales problemas relacionados con la detección del maltrato infantil, prosiguen los expertos, radica en las dificultades para distinguir las lesiones no accidentales por parte de todas aquellas personas que rodean al menor, como profesionales sanitarios, profesores o familiares.

"Todo esto hace que ocultarlo sea muy fácil para el agresor y que las agresiones se vuelvan a repetir, lo que ocurre en el 85 % de los casos", advierte Jesús Manuel Muñoz Caro, del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.

Cómo detectar un maltrato

La lesión más habitual dentro de las producidas en la cabeza y el cuello es la rotura del frenillo labial de la que hay que sospechar maltrato cuando "se produce en niños que aún no caminan, puede ir asociada a quemaduras orales por una alimentación forzada, por ejemplo, o cuando hay hematomas peribucales que pueden deberse a una compresión forzada de la boca para hacer callar", explica.

También son comunes, añade, las lesiones traumáticas dentarias repetidas, "en cuyo caso hay que sospechar cuando se produzcan en dientes no incisivos ya que es muy raro que ocurra por accidente en los premolares".

Los hematomas faciales en zonas no prominentes también son sospechosos en menores que no andan o cuando se sitúan en la parte retroauricular o en el cuello, "ya que una caída no suele dañar ese tipo de zonas", indica este doctor.

En caso de que se quieran detectar lesiones internas, antiguas y fracturas no documentadas, "puede ser útil la petición de pruebas complementarias por el profesional sanitario como ortopantomografía, radiografía de tórax, una serie ósea o el examen de fondo de ojo"", señala Muñoz Caro.

Ante la sospecha, una de las premisas es "notificar cualquier sospecha que se tenga sobre la existencia de un posible caso de agresión a menores, de ahí la importancia de detectarlo desde la consulta", asegura Tomás Aller Floreancig, coordinador de FAPMI.

Los menores no son capaces de comunicar por sí mismos una situación de esta naturaleza, "por lo que precisan del apoyo y mediación de los adultos tanto en la detección como en la posterior comunicación", comenta.

"La ausencia de notificación por parte de ciudadanos y profesionales relacionados con la atención a la infancia es uno de los motivos por los que se desconoce la magnitud real de este problema. Sin embargo, todos están obligados a notificar las sospechas", concluye Aller.

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