Bajando a la galería: películas en la mina

Han sido dos meses de penurias bajo tierra, pero los 33 mineros chilenos atrapados bajo el desierto de Atacama ya van saliendo a la superficie. La suya ha sido una gesta de las que hacen época... Y el cine ha tomado buena nota: ya se habla de una adaptación al cine de su ordalía, con Javier Bardem.

A falta de noticias sobre el marido de Pe, nosotros tenemos nuestro homenaje para estos trabajadores de la mina San José: un viaje a las profundidades a bordo de diez películas con taladro, mono y casco con linterna.

La avalancha (Carol Reed, 1940)

Nueve años antes de rodar El tercer hombre, el clásico Carol Reed firmaba este drama social sobre un maestro de escuela (Michael Redgrave) atrapado entre el amor y la lucha de clases. El filme cuenta, además, con una de las mejores escenas de fútbol de la historia del cine (y lo dice un experto).

Qué verde era mi valle (John Ford, 1941)

Este clásico, del que ya te hablamos en nuestro especial sobre huelgas, este clásico minero (y galés) del maestro (irlandés) del western nos viene de perlas para empezar. Porque, si trabajas bajo tierra, tus problemas no se acaban cuando vuelves a la luz del sol.

El gran carnaval (Billy Wilder, 1951)

Un periodista (Kirk Douglas, más cínico que nunca) decide usar una tragedia minera como vehículo promocional. La maniobra tiene éxito y gusta a todo el mundo... Menos al pobre diablo atrapado en el túnel.

Esa voz es una mina (Luis Lucía, 1956)

Derrumbes, erupciones de grisú, lesiones pulmonares... Ninguno de estos riesgos de la minería le importaba a Antonio Molina: como reza su canción Soy minero, el futuro papá de Ángela y Micky se quitaba las penas con caña, vino y ron.

La gran evasión (John Sturges, 1963)

Salvo Charles Bronson (cavador claustrofóbico) y Steve McQueen, siempre fiel a su moto, todos los prisioneros aliados del Stalag Luft III tenían tres amigos llamados Tom, Dick y Harry: los tres túneles excavados bajo el perímetro del campo.

Odio en las entrañas (Martin Ritt, 1969)

Dos grandes actores británicos, Sean Connery y Richard Harris, coincidieron en este filme... Sobre las luchas sindicales de los mineros de EE UU. Pese a este desliz, este cuento turbio de terroristas y esquiroles sigue taladrando conciencias.

Atmósfera Cero (Peter Hyams, 1981)

Te hiciste astronauta para ver el universo, pero has acabado currando de minero en un asteroide. Tu vida es miserable, y te consuelas con las drogas que, amablemente, te proporcionan tus jefes. Lástima que el sheriff (Sean Connery, otra vez) quiera aguarte la fiesta...

San Valentín sangriento (G. Mihalka, 1981 - P. Lussier, 2009)

En lugar de disfrazarse de osito de peluche, o de tarjeta con dibujos cursis, el serial killer protagonista de este filme y de su remake en 3D eligió ponerse el casco y la máscara antigás de un rudo minero.

Pídele cuentas al Rey (J. A. Quirós, 1999)

Tras sufrir en sus carnes la reconversión industrial, Antonio Resines encuentra la solución para los problemas de la cuenca minera asturiana: dirigirse a pie al Palacio de la Zarzuela para charlar, de tú a tú, con el primero de los españoles.

Subterra (Marcelo Ferrari, 2003)

Dejar de incluir un filme chileno en este repaso no tendría perdón. Por eso nos acordamos de esta gran producción, basada en los relatos de Baldomero Lillo.